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El aeropuerto internacional de San Francisco (California, EU) anunció este viernes que, en cumplimiento de una normativa municipal, prohibirá la venta de agua en botellas de plástico en sus instalaciones, convirtiéndose en el primero de Estados Unidos en hacer algo así.
A partir del 20 de agosto, los restaurantes, tiendas y máquinas expendedoras del aeropuerto no podrán vender agua en envases de plástico y los viajeros deberán traer sus propias botellas desde casa o comprar una metálica en las dependencias aeroportuarias.
La única excepción a esta regla será para las botellas de agua saborizada (como por ejemplo con gusto a limón, naranja u otras frutas), que sí podrán seguirse vendiendo.
El aeropuerto de San Francisco, como la mayoría en Estados Unidos, dispone de múltiples fuentes de agua potable en sus instalaciones (en torno a una o dos por cada baño público), de manera que si los viajeros traen su propia botella de casa pueden llenarla de forma gratuita.
Sin embargo, estos no pueden llevar sus botellas ya llenas desde casa, puesto que la normativa de seguridad aérea impide acceder a las puertas de embarque con cualquier envase que contenga más de 100 mililitros de líquido.
San Francisco, la cuarta ciudad más poblada de California, es también una de las más progresistas del país y puntera en medidas ecologistas y de lucha contra el cambio climático.
En 2014, California se convirtió en el primer estado de EE.UU. en prohibir las bolsas de plástico de un solo uso por su impacto medioambiental, una iniciativa que luego siguieron en otras partes del país como Hawái o el estado de Nueva York.