Si algo nos ha dado Nueva York, a parte de ser una de las cosmópolis más famosas y frecuentadas en el mundo, es la posibilidad de verla a través de los ojos de algunos de los artistas más grandes de todos los tiempos.
Ya sea un director de cine, un cantante, un músico o un actor, decenas de celebridades han decidido, en algún momento de su vida, convertir la Gran Manzana en su hogar. Hay algo de sus enormes rascacielos que te envuelve, al mismo tiempo que te abruma y hace que quieras salir corriendo de ahí, en busca de algo de aire fresco.
Para fortuna de sus habitantes. Para estos momentos de agobio y estrés está Central Park. Extendido inesperadamente en el centro de la isla, es como un enorme pulmón que da vida a la ciudad, y revitaliza a quienes lo visitan.
Esta combinación entre tedio y libertad, habitantes famosos y los que no lo son han convertido a Manhattan en el lugar perfecto para escapar el ojo público, al mismo tiempo que uno se pone en su centro.
Ese fue el caso del miembro de los Beatles, John Lennon. Harto de ser constantemente acosado por la prensa inglesa decidió dejar su país natal para refugiarse en el monstruo de concreto.
Sucede que Manhattan está tan lleno de celebridades, que pierden algo de interés y ganan parte de la tranquilidad de la que cualquier anónimo disfruta día a día.
Pero, para desgracia de los amantes de uno de los grupos musicales más grandes de la historia, Nueva York fue también el escenario donde Lennon fue asesinado a manos de un fanático inestable, un 8 de diciembre, pero de 1980.
En conmemoración a su muerte, haremos un recorrido a través de los lugares que frecuentó en Manhattan, durante los diez años que vivió ahí, que fueron también los últimos de su vida.