Viajar en crucero es una experiencia única, sin embargo no está exenta de accidentes que terminen en indemnizaciones millonarias como pasó con Holland America Line.
Esta empresa deberá pagar 21.1 millones de dólares a un pasajero originario de Illinois cuya cabeza se quedó atorada en una puerta automática, ocasionándole un pequeño daño cerebral, cuenta The Consumerist.
Este medio añade que la empresa buscará reducir la indemnización ante una corte de Seattle, pues considera excesiva la cantidad impuesta.
The Seattle Times rememora que el incidente ocurrió en 2011, durante un recorrido por el Pacífico y que el accidente se debió al mal funcionamiento de los sensores en una puerta de cristal automática que había en la embarcación.
Así ocurrió
El diario cuenta que cuando James R. Hausman intentó salir de su penthouse para dirigirse junto a su familia a una alberca, su cabeza quedó atorada en una de las puertas justo cuando acababan de pasar otras personas.
El sujeto acudió al doctor del crucero quien le disgnosticó una contusión facial y astillamiento en los dientes, sin embargo acudió con un neurólogo quien mediante estudios médicos descubrió una "lesión menor cerebral" que le produce vértigo, ocasionalmente convulsiones, y que le hace perder el sentido de lo que está diciendo o bien pérdida de memoria ligera pues repite expresiones que ya ha dicho.
El diario destaca que previamente Holland American Line ha sido culpada por accidentes que sufrieron otras personas, pero siempre ha culpado a los pasajeros de ello.
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