Uno de los principales monumentos y atractivos turísticos de Washington DC es el Capitolio, el centro de operaciones de Estados Unidos y hogar las dos cámaras del Congreso.
Y, aunque ahora no se puede visitar debido a las restricciones sociales y de viajes por coronavirus, a continuación te invitamos a conocerlo a través de 10 datos interesantes que lo convierten el centro de atención de millones de turistas locales e internacionales a lo largo del año, según Mental Floss.
Se construyó luego de que Thomas Jefferson hiciera un concurso de diseño para destacar a los mejores arquitectos de Estados Unidos, con un premio de $500 USD a la mejor propuesta.
Ganó el boceto de William Thornton sobre el costoso diseño de un arquitecto francés.
El primer presidente de Estados Unidos, George Washington, colocó la “piedra angular” el 18 de septiembre de 1793 en medio de una imponente ceremonia.
El Capitolio ha tenido un metro interior desde 1909 y se encarga de llevar a los políticos del edificio entre las oficinas de la Cámara de Representantes y el Senado al Capitolio.
Luego de que Washington murió, se planeó enterrarlo en el área llamada Crypt, ubicada debajo del edificio, pero en el testamento del presidente especificaba ser enterrado en Mount Vernon.
En 1899 se aprobó una ley que especificaba que ningún edificio más alto que el Capitolio podía ser construido.
La ley se abolió en 1910 y tras ello se construyeron otros cuatro edificios más altos, incluidos el Monumento a Washington, la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción y la Catedral Nacional de Washington.
La estatua pesa 15 mil libras y mide 19 pies de altura. En 1993 fue retirada para una restauración luego de 130 de existencia. Se necesitó un helicóptero para quitarla y trasladarla.
El edificio está alejado del National Mall en comparación de los otros monumentos que lo rodean, debido a que el Capitolio “es el único con terreno nivelado para una entrada adecuada, por lo que el Capitolio y su estatua miran hacia el este, hacia las personas que ingresan”.
El Capitolio cuenta con arquitectos que supervisan el mantenimiento, operación y la preservación de todos los terrenos de la zona.
Estuvo a punto de terminar en cenizas durante la Guerra Anglo-estadounidense o Guerra de 1812, pero una tormenta apagó las llamas, los daños más significativos los sufrió la Biblioteca del Congreso.
Después de casi 57 años del inicio de su construcción, el Capitolio recibió su famosa cúpula, desplazando a la anterior llamada Bulfinch, debido a que estaba desproporcionada en comparación con el tamaño del edificio.
La nueva cúpula tardó 11 años de construcción y Abraham Lincoln, el 16º presidente de Estados Unidos, tomó juramento bajo ella.
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