Tras confirmarse un nuevo positivo por coronavirus en la plantilla de los Cardenales, las Grandes Ligas de béisbol (MLB) suspendieron el juego que el equipo de San Luis debía disputar este viernes contra los Cachorros de Chicago.
Los Cardenales someterán a pruebas adicionales a sus peloteros y tratarán de rastrear los contactos del jugador que dio positivo, con el que ya suman ocho casos en su plantilla.
La franquicia de San Luis, que debía recibir el viernes a los Cachorros en su Busch Stadium, está ausente de la competición desde el 29 de julio a raíz de este brote de COVID-19 que, además de los ocho peloteros contagiados, también incluye a otros seis miembros de la organización.
Las primeras dos semanas de la temporada 2020 de la MLB, que tiene un calendario reducido a 60 partidos, han estado marcadas por los brotes de coronavirus en los Cardenales y otros dos equipos, los Marlins de Miami y los Filis de Filadelfia, que han causado la suspensión de una veintena de partidos.
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A diferencia de otras ligas profesionales como la NBA o la MLS, que han retomado las temporadas en una sede única, las Grandes Ligas optaron por disputar los partidos en los estadios de los equipos a puerta cerrada, afrontando los riesgos de jugar y viajar regularmente por todo el país.
Estados Unidos atraviesa por un gran resurgimiento de la pandemia desde finales de junio y ya suma más de 4,9 millones de contagios y 160.000 fallecimientos por el virus.