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Tras llegar la víspera a París y atravesar el centro de la ciudad, la llama olímpica prosiguió el lunes su recorrido por los barrios exteriores de la capital francesa, pasando por distritos lujosos y más populares además de por la Torre Eiffel.
A once días de la ceremonia inaugural, el 26 de julio, la antorcha partió desde la Puerta de la Chapelle, en el norte de la ciudad y donde se encuentra el pabellón Arena, la única instalación construida desde cero para estos Juegos Olímpicos en la misma ciudad de París.
En el mítico barrio de Montmartre, tras pasar por la Basílica del Sagrado Corazón, las bailarinas del Moulin Rouge la recibieron con su emblemático 'French Cancan'.
A continuación, la llama se dirigió al Arco del Triunfo, donde tuvo lugar el relevo ante la tumba del Soldado Desconocido, antes de recorrer los Campos Elíseos.
También apareció en Roland Garros, durante el telediario de la cadena France 2, y en el metro aéreo que pasa sobre del río Sena.
Leon Lewkowicz, de 94 años y superviviente del Holocausto, portó la llama en el lugar donde se encontraba el antiguo Velódromo de Invierno, tristemente célebre por la redada de julio de 1942 en la que más de 13.000 judíos fueron detenidos por la policía francesa y deportados.
La antorcha prosiguió su recorrido a ambos lados del Sena con una incursión en un parque, ante una gran multitud que animaba a los portadores, y en el Insep, un instituto de formación de deportistas de élite situado al este de la capital, en el bosque de Vincennes.
Por la tarde, la llama subió hasta lo más alto de la Torre Eiffel, un lugar normalmente vedado al público, donde la judoca Clarisse Agbégnénou la blandió acompañada por el presidente del comité de organización, Tony Estanguet.
En la secuencia final, la antorcha pasará por el barrio obrero de Belleville hasta la Plaza de la República, donde habrá un concierto.
La llama comenzó su recorrido en París el domingo, coincidiendo con el día de la fiesta nacional en Francia, de la mano del exfutbolista Thierry Henry en la zona de los Campos Elíseos.
Esta pasó por los principales monumentos parisinos, como la catedral de Notre Dame y el museo del Louvre, donde iluminó a la mismísima Gioconda.
Durante cerca de dos días, la llama debía recorrer 60 kilómetros de las manos de 540 relevistas, bajo un amplio dispositivo de seguridad formado por unos 18.000 agentes.
Con este desfile por la capital, los organizadores de París-2024 pretenden reavivar el espíritu olímpico entre los franceses tras un último mes en que los Juegos quedaron eclipsados mediáticamente por las elecciones legislativas en Francia.
Después de los comicios convocados de manera anticipada por el presidente Emmanuel Macron tras la victoria de Agrupación Nacional (extrema derecha) en las elecciones europeas en Francia, la política gala se encuentra en un momento de incertidumbre en que se desconoce qué fuerza formará un gobierno.
Desde su llegada a Marsella el 8 de mayo, la llama olímpica ha tenido un gran éxito popular en Francia, reuniendo a unos 5 millones de espectadores en su recorrido.