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Eliminado por el Borussia Dortmund este martes en las semifinales de la Liga de Campeones, el París Saint-Germain tendrá que pensar ahora en cómo diseñar su proyecto para la próxima temporada, presumiblemente ya sin Kylian Mbappé.
La Champions obsesiona al PSG, pero el máximo torneo europeo se le resiste. El equipo francés nunca consiguió levantar la 'Orejona'. Esta vez el equipo llegó a semifinales, después de dos temporadas eliminado en octavos, pero esos pasos adelante resultan casi anecdóticos para un equipo al que solo le vale el título para saldar una deuda histórica.
Los dirigentes cataríes se fijaron la misión de conquistar la Liga de Campeones desde su llegada en 2011. Este año insistieron en que su club estaba en "una temporada de transición", pero las perspectivas en el cuadro de rondas finales del torneo, evitando hasta una eventual final a favoritos como Real Madrid, Bayern de Múnich o Manchester City, habían disparado las expectativas.
El Borussia Dortmund parecía un rival asequible en semifinales, pero terminó siendo el obstáculo que hizo caer al equipo de Luis Enrique, el entrenador español que ahora tiene el desafío de reconstruir los pedazos rotos en un proyecto que para 2024-2025 no tendrá en principio a Mbappé, que salvo giro de guión inesperado abandonará el club francés en junio.
En los últimos meses, Luis Enrique ya ha ido sentando las bases de esa 'era post Mbappé', dejando como suplente o sustituyendo al atacante en varios partidos. El técnico asturiano insiste además en que su equipo será "mucho mejor" el próximo curso.
El PSG puede todavía terminar el curso con un doblete nacional. Ha ganado ya la Ligue 1 y disputará la final de la Copa de Francia, pero esos títulos acostumbran a tener una importancia relativa en un club en el que el resultado en la Champions es lo que determina el balance de la temporada. Por eso pensar en el proyecto 2024-2025 parece inevitable tras la eliminación de este martes en el Parque de los Príncipes.
De manera interna se escucha repetidamente desde hace meses: el club no ha esperado a la confirmación de que Mbappé se irá para que sus dirigentes diseñen su proyecto futuro.
En febrero, Mbappé comunicó a los responsables del club que no renovará su actual contrato y se irá libre, previsiblemente al Real Madrid. Con esa salida, el PSG perderá a una superestrella mundial de gran impacto deportivo y comercial, poniendo fin a una relación iniciada en 2017.
El proyecto de futuro del PSG ya no pivotaría alrededor de Mbappé, sino en torno al entrenador Luis Enrique, un emblema de la intención de los directivos de primar lo colectivo sobre lo individual.
El fondo soberano catarí QSI, propietario del club, posicionó en los últimos años al PSG como "una marca internacional" con estrellas como David Beckham, Zlatan Ibrahimovic, Neymar, Lionel Messi y el propio Mbappé.
"Ahora el que mejor encarna el proyecto es el entrenador. Tiene las llaves del mismo", explicaba al principio de la temporada una fuente interna del club. "Sabe lo que quiere", destacó sobre la personalidad fuerte del exseleccionador español.
Sin embargo, esta eliminatoria ante el Borussia Dortmund, con dos derrotas en dos partidos, ha disparado las dudas y ha evidenciado que el plantel actual tiene sus limitaciones.
¿Cómo conseguir que la próxima temporada sea más competitiva? Ante la incertidumbre sobre el futuro del director deportivo Luis Campos, las miradas se dirigen a Luis Enrique.
"Mi opinión es clara y pública. Trabajo junto a Luis Campos desde los primeros días. Estoy muy contento con nuestra relación personal y profesional, me gustaría estar con él durante muchos años", afirmó el entrenador.
Los nombres del atacante del Nápoles Victor Osimhen, del volante ofensivo del Manchester City Bernardo Silva, del mediocampista del Barcelona Gavi o incluso del brasileño del Newcastle Bruno Guimaraes circulan desde hace meses en la órbita del PSG.
Ninguno de ellos igualaría el 'glamour' perdido por la marcha de Mbappé, ¿pero quizás ayudaría más a construir un bloque?