Warren Buffett es el cuarto hombre más rico del mundo con una fortuna de 80 mil millones de dólares, únicamente superado por Bernard Arnault, Jeff Bezos y su amigo Bill Gates.
Es llamado el Oráculo de Omaha y reconocido como uno de los inversores más exitosos de todos los tiempos por la revista Forbes. Compró acciones por primera vez a los 11 años y presentó impuestos a los 13.
Aunque es el mayor accionista y presidente de Berkshire Hathaway, mantiene un estilo de vida lejos del derroche y tiene los pies en la tierra. De hecho, vive en la misma casa desde 1958, algo extraño en un multimillonario.
Warren Buffett vive en Omaha, Nebraska. Compró su casa en 1958 por $31,500 dólares, o alrededor de $250,000 en dólares de hoy, según CNBC. Ahora tiene un valor estimado de $652,619 dólares y por eso la llama la tercera mejor inversión de su vida.
La casa de Warren Buffett es ‘modesta’ en comparación con las mansiones de otros multimillonarios, pero sí es sofisticada. Mide 6,570 pies cuadrados, tiene 5 dormitorios y 2.5 baños. La casa es resguardada por seguridad las 24 horas.
A pesar de sus millones no se ha cambiado a una casa más lujosa. En entrevista con la BBC dijo: “Estoy feliz allí. Me mudaría si pensara que sería más feliz en otro lugar”.
“¿Cómo mejoraría mi vida si tuviera 10 casas en todo el mundo? Si quisiera ser superintendente de vivienda… Pero no quiero administrar 10 casas y no quiero que nadie más lo haga por mí y no sé por qué diablos eso me haría más feliz”, agregó.
Además procura no gastar más de 4 dólares en el desayuno. “Regla número uno: nunca perder dinero. Regla número dos: nunca olvides la regla número uno”, predica.
El empresario tuvo una casa de vacaciones en Laguna Beach, California, hasta 2005, cuando la vendió por 5.4 millones de dólares.
La casa se encuentra en Pacific Coast Highway. Tiene cuatro dormitorios, cuatro baños y 3,100 pies cuadrados.
Bill Gates es uno de los mejores amigos de Warren Buffett. Siempre ha dicho que admira su sencillez.
Antes de conocerlo, Gates creía que Warren Buffett era un hombre que sólo pensaba en dinero, pero cuando finalmente se reunió con él, en 1991, su opinión cambió.
“Buffett no se presentó como un gran inversor. Tenía esta modesta manera de hablar de lo que hace. Era divertido, pero lo que más me impresionó fue lo claramente que pensaba sobre el mundo”, escribió el cofundador de Microsoft en su blog.