Una nueva ley que exige que los comercios de comida en la ciudad de Los Ángeles (California), no sirvan pitillos (pajillas, absorbentes, sorbetes, bombillas) de plástico a menos que el cliente la solicite entrará en vigor el martes en un esfuerzo contra la contaminación, anunciaron este lunes las autoridades.
La iniciativa conocida como "Straws on Request" se ha desarrollado en dos fases. La primera entró en vigencia en abril pasado, justo cuando se celebraba el Día de la Tierra y se aplicó a restaurantes con más de 26 empleados.
Desde mañana martes, la ordenanza se aplicará en su totalidad, e incluye a establecimientos de todos los tamaños, como los de comida rápida, camiones de comida y puestos de venta de alimentos ambulantes.
Según la ordenanza de la ciudad, los restaurantes solo pueden proporcionar pitillos de plástico si un cliente lo solicita.
El concejal Mitch O'Farrell, quién impulsó la ordenanza, dijo en una conferencia de prensa este lunes que la ley busca reducir "los desechos plásticos de un solo uso que ensucian las playas y vías fluviales", y que el objetivo final es prohibir completamente el uso de estos absorbentes.
La ordenanza de Los Ángeles supera la medida estatal, ya que incluye a todos los negocios.
El director de Saneamiento y Medio Ambiente de Los Ángeles, Enrique Zaldívar, dijo en un comunicado que "la ciudad ha estado trabajando para preparar al público y los dueños de negocios para la nueva ley".
"A medida que la ordenanza entre en vigencia es nuestra prioridad asegurarnos de que los residentes y dueños de negocios entiendan por qué esta nueva ley es tan crítica en la protección de nuestro medio ambiente", agregó.
Según la organización The Last Plastic Straw, en Estados Unidos se usan y desechan 500 millones de pajillas todos los días, y una gran parte de estos utensilios va a parar al mar.