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La campaña política estadounidense actual del 2016, ha pasado a la historia como una de las más reñidas y contorversiales, gracias a sus dos candidatos.
El público sigue muy de cerca cada paso que dan cada uno--Trump por su retórica extremista, la Senadora Clinton por su imagen personal no tan favorecedora después de su controversial escándalo diplomático.
Una de las estrategias de su campaña ha sido su nuevo look, que según publicaron en el NY Post, esta imagen tiene una etiqueta bien cara: "Ella ha tenido que gastar precios de 6 números en el cambio de su vestuario" declaró Patsy Cisneros, de Los Ángeles, Diseñadora de Imagen experta en la política.
Según Cisneros, a Clinton le gusta decir que dejó la Casa Blanca en el 2001 "totalmente en quiebra", ahora puede cobrar 325,000 dólares por una charla, lo que le permite gastar el dinero que quiera en ropa de diesñadores de marca, continúa diciendo en la nota. "Al menos se reporta que Clinton ha gastado al menos unos 200,000 dólares en ropa nueva durante la campaña electoral".
A pesar de que la candidata a la presidencia se cataloga como una mujer como cualquiera, ella ha recibido críticas no solo por el cobro alto de sus charlas, sino también por los extravagantes precios de su nuevo guardarropa. El abrigo de Armani que lució en Nueva York cuando aceptó la nominación demócrata costaba 12,495 dólares.
De los diseñadores conocidos como los responsables de algunas de sus prendas favoritas está Armani, Karl Lagerfeld de Ralph Lauren, Nina McLemore, y Susanna de Beverly Hills, entre los más destacados.
Estará por verse si su look cambiaría en caso de que llegue a convertirse en la primera mujer presidenta en la historia norteamericana.
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