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El término autos chocolate se usa para referirse a aquellos vehículos que tienen un estatus ilegal en México. A menudo ingresan desde Estados Unidos, a través de la frontera norte.
Estos automóviles entran por contrabando, pero también se vuelven chocolate si ingresan con un permiso temporal de importación que después no es renovado y mantienen presencia ilegal en el país.
Comprar un auto chocolate puede ser barato, pero implica problemas y riesgos: No te puedes acreditar como el propietario legítimo y tendrás problemas si la policía te detiene al conducir.
Tampoco podrás venderlo porque no tiene los papeles de respaldo y las aseguradoras no les dan cobertura.
¿Será posible regularizar los autos chocolate?
La Fiscalía de Baja California informó que hay cerca de un millón de automóviles en México cuya entrada fue ilegal y, según sus datos, el 60% de los delitos cometidos en la frontera involucran autos chocolate.
Por esa razón, ha habido algunos intentos por regularizarlos.
El fin de semana, durante una gira por Tijuana, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que pronto anunciará un mecanismo para legalizar los autos chocolate.
“Les voy a decir aquí, en Baja California, que muy pronto vamos a dar una respuesta para que los que tienen esos carros puedan regularizarlos”.
AMLO no abundó en detalles, pero aseguró que no será costoso: “Vamos a buscar el mejor mecanismo. Esto va a ayudar mucho porque muchos delitos se cometen en carros que no están regularizados”.
“Lo que se cobre por esa regularización, que no va a ser mucho —porque por lo general quienes tienen esos carros es gente humilde—, vamos a etiquetarlo. (...) Lo que se obtenga por esa regularización va a ser para beneficio de la gente pobre: para salud, educación y vivienda de la gente de Baja California”, agregó el presidente.
En 2019, los legisladores de Morena lanzaron una iniciativa para regularizar los autos, pero fue rechazada.
La Coparmex señaló entonces que este tipo de regularizaciones “generan una gran afectación a la industria automotriz mexicana, provocando la caída estrepitosa de las ventas de automóviles y autopartes y exponenciando el mercado ilegal”.