El rinoceronte blanco mide menos de 2 metros de altura, pero puede pesar entre 1.6 y 4 toneladas. Su peso los clasifica como los mamíferos terrestres más grandes del mundo después del elefante. Foto: Pixabay
Los hipopótamos tienen un peso promedio de tres toneladas. Según National Geographic, estos animales obtienen su plomo de los casi 70 kilos de hierva que comen en una noche. Foto: Pixabay
Bos o toro gaurus es la especie más alta del ‘ganado salvaje’ y la que se está extinguiendo más rápido. Llega a medir los dos metros y pesar una tonelada. Foto: Pixabay
Live Science sugiere que las jorobas de los camellos almacenan hasta 36 kilos de grasa que sirven como suministro de alimentos en los periodos donde los animales no pueden encontrar alimento. Un camello maduro suele pesar cerca de 600 kilos. Foto: Pixabay
Las ballenas azulas miden en promedio 30 metros de largo, tiene el mayor porcentaje de grasa corporal entre especies marinas y terrestres. Los expertos dicen que su lengua tiene el peso de un elefante maduro, algo así como 6 toneladas, mientras que su cuerpo tiene un peso promedio de 200 toneladas. Foto: Pixabay
Elefantes asiáticos. National Geographic indica que esta especie pesa menos de 6 toneladas, viven hasta 60 años en libertad, pesan cerca de 90 kilos al nacer. Foto: Pixabay
Elefantes africanos. En comparación con los asiáticos, estos pesan más de 6 toneladas, son más grandes, hasta 3 metros de altura. Foto: Pixabay
Aunque son considerados obesos, los osos pardos utilizan su peso y grasa corporal, oscilante en los 300 kilos, para poder sobrevivir en invierno. Foto: Pixabay
Cada una de estas criaturas utilizan su grasa para vivir en los ambientes salvajes por los que fueron diseñados, al ser especies libres en su hábitat, requieren de kilos y kilos de comida, así como galones y galones de agua para diariamente. Foto: Pixabay
Sorprendente, ¿no? Foto: Pixabay