Por cada multimillonaria fortuna, hay lujosas y extravagantes inversiones. Así lo entendió la leyenda de la NBA, Michael Jordan, desde que comenzó a ganar fama y dinero y tener la oportunidad de gastarlo como quisiera.
Desde que debutó como basquetbolista en la NBA, allá por la década de los 80, y hasta la fecha, Michael Jordan ha sido considerado como uno de los mejores jugadores de la historia y se convirtió en uno de los mejor pagados.
Forbes estima que en tiempo real tiene una fortuna valorada en $1.7 mil millones de dólares antes de impuestos. En la lista de multimillonarios de 2022 se encuentra en el lugar 1729.
En 2015 se convirtió en multimillonario y a partir del 2016 aumentó considerablemente hasta 2019 que registró $1.8 mil millones. Para 2020 su fortuna se disparó a $2.1 mil millones porque firmó varios contratos millonarios con DraftKings como asesor especial e inversor y en ese año también se convirtió en copropietario del equipo NASCAR.
Como el jugador más famoso de la NBA y uno de los mejores pagados por la liga y por sus múltiples negocios, Michael Jordan se dio el lujo de hacer algunas inversiones millonarias en su juventud como la casa de Chicago que compró en la década de los 90 y en la que vivió or 19 años.
El exjugador adquirió la mansión en el apogeo de su carrera por casi $12 millones de dólares y la puso a la venta hace casi 11 años por un precio inicial de $29 millones.
Desde 2012 ha estado a la venta sin ningún comprador interesado a pesar de la importante rebaja que le hizo, incluso fue puesta en listas de subasta mundiales. Actualmente cuesta un aproximado de $14.9 millones.
La mega mansión está ubicada en Highland Park, uno de los barrios más famosos y ricos de Chicago, ciudad dónde Jordan hizo su carrera con el equipo Chicago Bulls.
De acuerdo con los informes, el precio de la casa es una serie de números que, en conjunto, suman el número 23, su icónico número de camiseta; $14.9 millones es el redondeo de $14.855 millones.
La casa abarca cientos de pies cuadrados de construcción en constante modificación. Desde la entrada se anuncia que pertenece al jugador, ya que el portón principal tiene el número 23; entre este punto y la entrada a las construcciones hay un sendero pavimentado con decenas de árboles elegantes, lo que permite más privacidad.
La propiedad tiene una cancha de tenis de tamaño profesional, una piscina infinita circular con una pequeña isla de césped y un minipuente, enormes patios de mármol que rodean la construcción, un campo de golf, un estanque de peces, enormes garajes y terrazas al aire libre para descansar y hacer barbacoa.
El interior sorprende tanto como el exterior, y es que Jordan adecuó un sinfín de habitaciones con puro lujo y extravagancia.
En el lobby hay elegantes escaleras, asientos modernos asimetricos y un enorme piano con ventanas a los jardínes. Hay una sala de estar con ventanales completos, otro piano y muebles de diseñador, en otra área de la casa hay una segunda sala familiar con televisión, instalaciones de sonido, alfombras y elegantes lámparas que constantemente se cambian para modernizar el área.
Michael instaló un par de puertas extravagantes que unen su sala de billar y sala de juegos; estas puertas pertenecieron a la mansión original de Playboy.
Como la leyenda del baloncesto que es, Jordan mandó a construir una cancha de tamaño casi profesional que tiene su apellido impreso en el suelo y el logotipo de Jumpman que usa Nike en la línea de Jordan; este lugar cuenta con sus propios baños, vestidores y sillas para disfrutar un partido, así como una sala equipada para descansar antes o después de un juego.
La casa tiene al menos dos comedores familiares con muebles de lujo raros, nueve habitaciones tipo suite, 19 baños equipados, una sala de cigarros con televisión, sillones antiguos y mesas de póquer; un gimnasio equipado con los mejores aparatos, una bodega llena de vinos nuevos y antiguos, una biblioteca con pantalla de cine y un patio de televisión techado.
Para los invitados hay una casa extra con tres recámaras, baños, cocina y comedor.