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Las redes sociales son una ventana a nuestra vida o, al menos, eso pretendemos. Un estudio de la Royal Society for Public Health revela que éstas pueden tener efectos negativos en nuestra salud mental.
Especialmente los jóvenes son susceptibles a depresión, soledad y ansiedad. Instagram es la red social más dañina, según los expertos, porque nos expone a altos estándares de belleza y ‘una vida perfecta’ que pocos poseen.
Por esa razón, crece la tendencia de tener un ’Finstagram’. El término se deriva de las palabras ‘Fake’ e ‘Instagram’; se refiere a una cuenta alterna para publicar contenido alejado de los estándares: fotos reales, sin filtro, con poco rigor estético. Fotos de borracheras, momentos cotidianos y aburridos.
Erin Duffy, experta en comunicación de la Universidad de Cornell, dice a USA Today que la principal razón por la que los jóvenes crean un ‘Finstagram’ es el miedo a los empleadores y maestros. “Ellos quieren privacidad, quieren compartir momentos felices sólo con sus cercanos”, señala.
En las cuentas públicas de Instagram, las personas suelen compartir imágenes cuidadas e impresionantes para sumar seguidores, pero pocos soportan esa ‘doble vida’.
Los padres no deberían preocuparse por la doble cuenta de sus hijos, siempre y cuando sean conscientes de lo que publican.
