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Una de las mejores cosas sobre la temporada de invierno es, además de las fiestas decembrinas, visitar destinos de nieve. Simplemente hay algo acerca de estar rodeado por una ciudad o poblado cubiertos de blanco que trae paz y confort.
También puedes formar enormes muñecos de nieve, o dejarte caer sobre la suave nieve para crear la forma de angelitos, mientras abres y cierras los brazos y las piernas, para simular un par de alas y un vestido.
Si eres de los que prefiere quedarse en la casa u hotel, resguardándose del frío frente a una chimenea, con una taza de chocolate caliente en las manos, ver caer los perfectos copos de nieve se convierte en una actividad casi hipnotizante.
Sin importar lo que decidas hacer sobre la blanca sábana que se extiende ante ti, algo de lo que quieres asegurarte es de poder moverte con comodidad y seguridad.
A todos los que hemos visitado un destino nevado nos ha tocado ver, o experimentar en carne propia, a una persona resbalarse sobre un pedazo de nieve convertida en hielo y terminar en un aparatoso y doloroso sentón. Además, sabemos que más allá del dolor físico, está el golpe moral de haber hecho el ridículo ante un grupo de extraños que rápidamente se acercan a ayudarnos y preguntar si estamos bien.
Para evitar este tipo de incidentes, los laboratorios de Intelligent Design for Adaptation, Participation and Technology, en el Instituto de Rehabilitación en Toronto, realizaron un estudio para encontrar las botas que menos se resbalen sobre el hielo.
Para elegir las mejores, los analistas probaron 98 pares de botas de invierno sobre superficies de hielo, en condiciones externas de invierno. Pusieron a prueba el desempeño de los zapatos tanto montaña arriba como abajo, fijándose especialmente en qué tan resbalosos resultaban.
Tras las pruebas, te invitamos a ver nuestra galería en la que te mostramos las ocho botas que declararon seguras para utilizar sobre nieve y hielo: