El 1 y 2 de noviembre los panteones y casas de México se pintan de amarillo y naranja. Se festeja Día de Muertos y las tumbas se cubren de flores de cempasúchil para anunciarlo. Al interior de los hogares, un camino formado con pétalos de esta misma flor indica a las ánimas por dónde ir para recibir su ofrenda.
No hay duda: la flor de cempasúchil es uno de los íconos más fuertes del Día de Muertos. Su color y aroma dan el toque festivo a las ofrendas y sepulturas de los seres queridos que ya murieron. Te contamos 5 datos que quizá no sabías de este elemento.
El nombre de la flor de cempasúchil proviene del náhuatl Cempohualxochitl que significa veinte flores o varias flores. Si le has arrancado los pétalos, sabrás de lo que hablamos.
El gobierno de México explica que sus antepasados asociaban el color amarillo de la flor de cempasúchil con el sol y por eso las usaban en las ofrendas que dedicaban a sus muertos. “La flor era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte”, agrega en su página web.
No hay una sola flor de cempasúchil. Tan sólo en México existen alrededor de 35 variantes y en el continente americano se calcula la existencia de 58. Es por eso que algunas tienen más pétalos, tienen diferente forma o su color es más intenso. El tallo de una flor de cempasúchil puede medir hasta un metro de altura.
Según datos de la Secretaría de Agricultura, el estado de Puebla es el principal productor de esta flor. En 2019, sus campesinos produjeron 14,900 toneladas. No obstante, también se siembra en Guanajuato, Michoacán y Estado de México.
Este Día de Muertos, compra flor a los productores locales y ayúdalos a que su trabajo arduo en el campo y traslado de la flor valga la pena.
Las familias mexicanas forman un camino de pétalos de flor de cempasúchil desde la puerta de su casa hasta la ofrenda para guiar a sus seres queridos fallecidos hacia el altar y banquete que se ha instalado en su honor.
El gobierno de México señala que la flor de cempasúchil también se usa para dar color a textiles, elaborar insecticidas y en algunas comunidades se emplea para aliviar malestares estomacales como vómito, indigestión y diarrea.
“Además, para el tratamiento de padecimientos digestivos, fiebre e incluso enfermedades respiratorias como la tos. En algunos lugares se utiliza para tratar problemas de la piel como verrugas, salpullidos y llagas, entre otros”, anota.