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Lady Gaga fue una de las protagonistas en la noche de los Premios de la Academia, más allá de la romántica interpretación de Shallow con su coprotagonista de ‘A Star is Born’, Bradley Cooper y de su merecido premio.
Y es que la cantante neoyorquina portó uno de los diamantes más grandes y elegantes del mundo: el diamante amarillo de Tiffany de 128.54 quilates que casi cuesta lo mismo que costó la cinta en la que se estrenó como actriz.
La pieza en forma de cojín está valorada en 30 millones de dólares, 6 millones menos que ‘A Star is Born’, la cual le costó a la productora 36 millones de dólares.
Aunque la premiada película ha multiplicado su presupuesto, en su momento, la joya amarilla hubiera tenido la capacidad de cubrir los gastos básicos como locaciones, transporte, vestuario, además de pagar los guiones, las composiciones musicales e incluso los sueldos de los talentos involucrados.
De acuerdo con información publicada por la joyería, su historia se remonta a las minas de Kimberly, Sudáfrica en 1877, pero fue en 1878 que el fundador de Tiffany´s la compró por 18 mil dólares.
En París fue tratada por el experto en gemología, George Frederick Kunz, supervisó su corte hasta quedar en una pieza de 128.54 quilates.
Si bien la pieza, con el paso de los años, adquirió un valor exorbitante, no está en venta desde el 17 de noviembre de 1972, cuando se puso a la venta a cambio de 5 millones de dólares en aquel momento, ahora en 25 millones 800 mil dólares.
Antes de Lady Gaga sólo fue usada un par de veces antes, la primera por Mary Whitehouse en 1957 y la segunda por el ícono de moda, Audrey Hepburn en 1961 para promocionar la película ‘Desayuno en casa de Tiffany’.
En la galería te dejamos con algunos datos curiosos sobre la belleza amarilla que portó Lady Gaga en los Óscars, según información oficial de Tiffany’s.