Los billetes que más se falsifican son los de 20 y 100 dólares y, con frecuencia, las copias se encuentran fuera de Estados Unidos.
Aunque los billetes cuentan con muchos candados de seguridad, hologramas, mensajes internos, marcas de agua, reflejos a contra luz y otras características que garantizan su autenticidad, a veces es complicado detectar aquellos que son apócrifos, de acuerdo con el sitio Business How to.
Por esta razón, lo más recomendable es usar el tacto: sienta la textura del papel.
Los billetes están hechos de fibras de algodón y lino para ser más duraderos, materiales que se distinguen al tacto del papel normal.
El papel moneda no se vende comercialmente, así que un billete falso se sentirá diferente aún si no tienes mucha experiencia en el manejo de los dólares.
Los billetes auténticos tienen pequeños relieves producto de la impresión calcográfica, estos se pueden sentir al tacto, especialmente alrededor del rostro de personaje.
También los billetes falsos suelen ser más gruesos que los genuinos.
Es importante saber qué hacer si crees que te han dado un billete falso.
No te pongas en riesgo reclamando a quien te pasó el billete, contacta a la policía y asegúrate de mirar detalladamente para poder describir a la persona de quien recibes el billete.
Si no deseas verte involucrado en una situación de este tipo, pero crees que tienes un billete falso, no se lo des a alguien más o intentes pagar con el mismo, podrías ser acusado de un delito, repórtalo de inmediato a las autoridades.
Te compartimos cinco datos sobre el billete de 20 dólares uno de las dos denominaciones más falsificadas.
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