El baile de graduación, también conocido como prom, en Estados Unidos es una celebración con gran importancia en la mayoría de las secundarias y un evento que marca la juventud de los estudiantes de 17 o 18 años.
Se originó hace más de 100 años en Estados Unidos y se ha extendido a otras partes del mundo como Reino Unido ganando popularidad y afianzándose como una tradición en cada término de ciclo escolar.
Todas las escuelas que realizan esta celebración anual suelen nombrar a un rey y una reina del baile, mismos que son votados por los propios estudiantes y coronados antes de terminar la noche.
Ser populares y atractivos no basta para recibir tal reconocimiento, de hecho, los candidatos deben tener buenas calificaciones, estar dentro de al menos dos actividades extracurriculares que ofrece la escuela, demostrar cualidades de liderazgo y una buena actitud.
El camino a la coronación inicia con la postulación, la nominación, las campañas y las votaciones.
Los estudiantes que se gradúan asisten al baile ataviados con atuendos formales; los trajes de ellos regularmente combinan con la ropa de su acompañante. Los chicos suelen comprarle a su cita un ramillete que se coloca como brazalete, mientras que ellos utilizan un boutonnière a juego.
Antes de llegar a la gran fiesta, los estudiantes tienen celebraciones previas en sus casas, después hay sesiones fotográficas formales, ya sea con familiares o amigos.
Posteriormente, hay cenas en restaurantes de popularidad para finalmente llegar al lugar donde será el baile. Es una tradición que los estudiantes lleguen en lujosos autos y hasta limousinas.
Ya dentro se suelen servir bocadillos, el famoso ponche de frutas y se ambienta la fiesta con música de Dj y bailes, anteriormente se utilizaba más la música en vivo.
El baile de graduación ha evolucionado con el paso de los años hasta convertirse en todo un negocio. De acuerdo con una encuesta hecha por Visa en 2015, el costo promedio de un prom o una fiesta de graduación es de $919 dólares y puede subir hasta los $1,169 dólares.
Estos precios cubren ropa, zapatos, maquillaje, peinados, transporte, boleto de entrada a la fiesta, accesorios, fotos y cena.
Las estimaciones de Visa, poniéndolas en comparación con los gastos de una boda, llegan a superarse.
Una investigación hecha por American Express mostró que un invitado a una boda significa un gasto promedio de $703 dólares que puede elevarse a los $983.
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