Amazon alcanzó este martes un acuerdo con la Comisión Federal del Comercio de EE.UU. (FTC) por el que pagará 61.7 millones de dólares para compensar a los repartidores por haberse quedado con las propinas que estos se ganaban de los clientes por su trabajo.
La empresa que dirige Jeff Bezos prometió a los repartidores de su servicio Flex -que son autónomos y no están empleados directamente por la empresa- que recibirían un pago de entre 18 y 25 dólares la hora más íntegramente las propinas que obtuviesen de los clientes.
Sin embargo, según un comunicado de la FTC, posteriormente Amazon rebajó esta horquilla salarial sin avisar a los conductores y para disimularla usó el dinero proveniente de las propinas.
El resultado fue, por tanto, que si bien los repartidores siguieron recibiendo un pago por hora similar al de antes del recorte, el extra que hubiesen obtenido con las propinas desapareció.
"En lugar de dar directamente a los conductores el 100 % de las propinas como les habían prometido, Amazon se sirvió de este dinero. Con nuestra acción de hoy, retornamos a los conductores decenas de millones de dólares en propinas que Amazon se quedó indebidamente", apuntaron desde la FTC.
Aunque los 61,7 millones serán pagados a la FTC, esta se comprometió a utilizarlos para compensar a los repartidores.
El gigante del comercio electrónico presentará este martes al cierre de los mercados bursátiles sus resultados financieros para el conjunto del año 2020, un ejercicio en que ha logrado ingresos de récord por el aumento sin precedentes de las compras por internet a consecuencia de la pandemia de covid-19.
La empresa de Seattle (estado de Washington, EE.UU.) también reveló este martes el diseño del que está llamado a ser su segundo mayor centro de oficinas después de la sede oficial, que se alzará en el Norte de Virginia (EE.UU.), tendrá 22 plantas, forma de hélice y jardines elevados.