Los biólogos del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California confirmaron por primera vez la presencia de la enfermedad hemorrágica del conejo en el estado.
Mediante un comunicado, el Laboratorio de Salud Animal y Seguridad Alimentaria de California informó que encontró el cadáver de una liebre de cola negra cerca de una propiedad privada en Palm Springs a inicios de mayo. Después encontraron 9 cadáveres más.
“Las muestras enviadas confirmaron por primera vez la presencia del virus RHD tipo 2 (RHDV2) en California. Esta enfermedad es altamente contagiosa y a menudo letal para conejos salvajes y domésticos”, advirtieron.
Es importante enfatizar que este calicivirus no afecta a los humanos ni a los animales domésticos que no sean conejos, liebres o picas. La enfermedad se transmite entre conejos salvajes y domésticos.
En este momento, no se sabe qué otras poblaciones de conejos de California están infectadas, “pero la enfermedad se ha propagado rápidamente en otros estados”, aseguran los biólogos.
De marzo a mayo, también han reportado casos de enfermedad hemorrágica del conejo en Nuevo México, Colorado, Arizona, Texas y México. Se han producido muertes tanto de conejos salvajes como de liebres.
Los animales infectados pueden presentar síntomas como fiebre, hinchazón, hemorragia interna y necrosis hepática, aunque también pueden morir sin haber presentado ninguno de estos signos.
El virus mortal del conejo puede tener un impacto significativo en los hábitats de Estados Unidos. La veterinaria Deana Clifford explica que puede afectar significativamente a conejos en peligro de extinción y a animales depredadores que dependen de ellos para su alimentación.
Si sospechas de un caso puedes llamar al Laboratorio de Investigaciones de Vida Silvestre de CDFW al teléfono (916) 358-2790.
Aunque el virus no infecta a las personas, éstas sí pueden transportarlo a nuevas áreas. Las autoridades ambientales piden a las personas tomar precauciones al caminar o acampar en los campos de California.
Deben tener especial cuidado de no manipular cadáveres de conejos. “El virus es resistente y puede permanecer vivo en la carne, el pelaje, la ropa y el equipo durante mucho tiempo, lo que lo hace fácilmente transmisible a otras áreas”, señalan.
Actualmente no se dispone de una vacuna para RHDV2 en Estados Unidos. Si tienes conejos domésticos en casa, mantenlos a salvo. Lávate las manos antes y después de tocarlos para evitar contagiarlos.