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Sí, el uso y posesión de las armas se aprende principalmente en casa. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), el riesgo de muerte por suicidio aumenta de cuatro a 10 veces en hogares con armas de fuego.
Los investigadores han comprobado que los niños, cuya familia posee pistolas, son más susceptibles a usarlas aún cuando los familiares crean que las tienen “bien guardadas”.
Sin embargo, la Asociación Americana de Psicología (APA) alerta que la exposición a la violencia en los medios se está convirtiendo en un componente ineludible de la vida de los niños estadounidenses.
“Con el aumento de las nuevas tecnologías, como las tabletas y las nuevas plataformas de juego, los niños y adolescentes están cada vez más expuestos a lo que se conoce como ‘violencia virtual’”.
Si bien, reconocen que la principal exposición a la violencia está en la familia y en casa, los expertos evalúan efectos sobre el bienestar general de los niños expuestos a violencia en la televisión, películas, plataformas de internet y videojuegos.
Los psicólogos de la APA remarcan que no se ha realizado un estudio experimental que vincule la violencia virtual con la violencia del mundo real. Pero sí han encontrado beneficios al cambiar el tipo de programas y videojuegos que ven los niños.
“Un estudio experimental motivó a los padres a cambiar la dieta mediática de sus hijos mediante la sustitución de programas prosociales en lugar de violentos. Este estudio encontró disminuciones en la agresión y mejora en el comportamiento general”, reportan.
Claire McCarthy, pediatra de la Universidad de Harvard, anota que un riesgo de la violencia virtual es la normalización de la violencia.
“Cada persona es diferente. Es probable que algunos se vean más afectados por otros. Pero incluso un pequeño porcentaje puede llegar a ser un gran efecto”, explica y enlista algunos consejos para reducir el impacto de la violencia virtual.
1) Lo que los niños ven en las pantallas es tan importante como el tiempo que pasan en ellas. Los padres deben supervisar el contenido y, de ser posible, verlo con ellos. Con quienes tienen teléfonos celulares,
2) “Los padres deben ser conscientes de sus propios hábitos de medios”. El ejemplo es importante.
3) Los menores de 6 años únicamente deben ver contenido 100% libre de violencia, pues no siempre tienen claros los límites entre fantasía y realidad.
4) Según Harvard, los juegos donde los niños deben matar para obtener beneficios no son apropiados para su desarrollo.
5) Las legislaciones deben estar orientadas a mejores programas para niños en la televisión.
