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Con pistolas desenfundadas, un grupo de policías ingresó por la fuerza a una casa de Arizona, donde se encontraba un niño enfermo por la falta de vacunas.
El video fue difundido en redes sociales y causó gran controversia por la violencia con la que ingresan a la propiedad. Además, despertó el debate sobre la excesiva aplicación de la ley para proteger a los menores.
Según la policía de Chandler, los oficiales acudieron a la casa el pasado 25 de febrero, por petición del Departamento de Cuidado Infantil, pues el pequeño padecía una enfermedad potencialmente mortal y sus padres se negaban a llevarlo a un hospital.
Al llegar, contactaron a los padres, pero se negaron a abrir y aseguraron que el niño se encontraba bien, aunque podían escuchar que tosía.
Luego de pedirles nuevamente que llevaran a su hijo al hospital, los policías rompieron la puerta y encontraron a tres niños, de 2,4 y 6 años, con fiebre y vómito. Dos de ellos fueron llevados a un hospital y otro quedó bajo la custodia temporal del Departamento de Cuidado Infantil.
De acuerdo con NBC, la madre había llevado al niño de dos años con un doctor porque registraba altos niveles de temperatura. El médico le pidió que acudiera a un hospital para realizarle unas pruebas, ya que pensaba que se trataba de meningitis.
La mujer se resistió a llevar al pequeño a un hospital porque nunca fue vacunado y le preocupaba ser sancionada por ello. El médico, cuando se enteró de que la mujer nunca llegó al hospital, contactó a las autoridades, pues el niño necesitaba atención inmediata.
A través de un comunicado, el Departamento de Policía de Chandler aseguró que inició una investigación contra los padres por abuso infantil, por las condiciones en las que encontraron a los menores.
Checa en la galería los principales riesgos de complicaciones de la meningitis.