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Una investigación, publicada en la revista The Lancet Child & Adolescent Health, relacionó el uso frecuente de las redes sociales con angustia psicológica en niños y adolescentes.
“Nuestros resultados sugieren que las redes sociales en sí mismas no causan daño, pero que el uso frecuente puede interrumpir las actividades que tienen un impacto positivo en la salud mental, como dormir y hacer ejercicio, al tiempo que aumenta la exposición de los jóvenes a contenido nocivo, particularmente la experiencia negativa de ciberacoso”, dijo Russell Viner, del Instituto de Salud Infantil UCL Great Ormond Street.
En el estudio representativo Our Futures participaron 12,886 adolescentes, de entre 13 y 16 años de edad. Se tomó en cuenta la frecuencia con la que usaban las redes sociales y los puntajes que obtuvieron en un cuestionario de angustia psicológica y bienestar.
Es importante puntualizar que no se preguntó a los menores cuánto tiempo permanecieron en las redes sociales, sino la frecuencia con la que accedieron a éstas. Es diferente permanecer 20 minutos en Facebook una sola vez al día que entrar más de 10 veces diarias por la intranquilidad de saber qué está pasando con sus publicaciones.
Se evaluó su satisfacción con la vida, felicidad y ansiedad. Los análisis también tomaron en cuenta el ciberacoso, la suficiencia de sueño y actividad física en su vida diaria. Los datos se recabaron entre 2013 y 2015.
“En 2013, el 43% de los hombres y el 51% de las mujeres usaban las redes sociales varias veces al día. Para 2014, esto había aumentado a 51% y 68% respectivamente. En 2015, el 69% de los hombres y el 75% de las mujeres usaban las redes sociales varias veces al día”, anotan.
El estudio encontró que las redes sociales afectan más la salud mental de las mujeres que de los hombres, pues tuvieron índices más altos de angustia psicológica, en la mayoría de los casos debido al acoso cibernético.
Los especialistas advierten que la mitad de todas las enfermedades mentales comienzan a manifestarse antes de los 14 años, por lo que debe vigilarse el contenido al que están expuestos los menores.
También anotan que los índices de mala salud mental podrían haberse disparado, ahora que el uso de las redes sociales está más extendido.
Otro estudio publicado en Jama Network relacionó la frecuencia y tiempo de uso de las redes sociales y la televisión con síntomas de depresión en la adolescencia. Sus hipótesis son que la pantalla aleja a los jóvenes de actividades recreativas y saludables al mismo tiempo que los expone a la comparación con otras personas, lo que afecta su autoestima.