Las esponjas de cocina son unos de los utensilios de cocina más comunes en los hogares por su facilidad para lavar platos, sin embargo, en realidad son un caldo de cultivo de bacterias microscópicas que se trasladan a los trastes cuando supuestamente se busca asearlos.
Científicos analizaron 14 esponjas de cocina usadas y descubrieron que este utensilio es uno de los sitios donde más se alojan los microbios, incluso más que en el inodoro del baño, de acuerdo con el estudio publicado en Nature.
Además de ser el hogar de las bacterias, la esponja contribuye a dispersarlas en las superficies domésticas, así como en platos, vasos y cubiertos para luego llegar hasta los alimentos.
Las esponjas con el hogar ideal de las bacterias porque tiene muchos poros húmedos que los atraen y les dan un refugio fértil para su reproducción.
La mejor forma de lavar los trastes, de acuerdo con expertos, es con un lavavajillas, ya que también desinfecta los platos.
Lo que hace tan eficaz al lavavajillas es que aporta calor a través del agua y en la fase de secado, lo que ayuda a eliminar los gérmenes y bacterias que se alojan en los trastes para comer.
Los dispositivos ahorradores de energía no son tan efectivos porque generan menos calor y no completan el proceso de desinfección, de acuerdo con Time.
Si no te es posible adquirir un lavavajillas, lo mejor es que uses un cepillo con cerdas de plástico, pues se secan con mayor facilidad y tienen menos zonas donde se pueden alojar las bacterias.
Checa en la galería algunas recomendaciones para mantener limpia tu esponja para lavar los trastes, si es que quieres seguir usándola.