La psoriasis es una de las enfermedades autoinmunes más prevalentes de Estados Unidos, ataca a un 2.2 por ciento de ciudadanos, revela estadísticas recientes.
De acuerdo con datos de la Fundación Nacional de Psoriasis (NPF) 7.5 millones de estadounidenses sufren este padecimiento crónico donde la acomulación de células genera escamaciones en la superficie de la piel.
Aunque la afección se ve marcada en la piel, comienza en lo profundo de la piel hasta ascender a la superficie. El proceso de producción de células es de un mes normalmente, pero la psoriasis no da tiempo a que se caigan por lo que se acomulan.
Las partes del cuerpo normalmente afectadas son las articulaciones como codos y rodillas, manos, pies, cuello, cabeza y cara. Por su parte los casos más raros se presentan en uñas, boca y genitales.
La Academia Americana de Dermatología asegura que la afección ataca principalmente 3.6 por ciento de la población blanca, 2 por ciento de los afroamericanos y 1.6 por ciento de los hispanos.
El brote puede aparecer a partir de los 15 a los 25 años, pero se desarrolla a cualquier edad.
A comparación de otros padecimientos de piel como varicela, la psoriasis no se contagia de ninguna forma, no obstante se cree que la herencia, diabetes tipo 2, la artritis psoriásica, enfermedades del corazón y enfermedades de inflamación intestinal juegan un papel importante para desarrollarla.
Entre otros factores de contacto diario se encuentra el clima frío y seco, estrés, consumo excesivo de tabaco y alcohol, lesiones en la piel, reacciones secundarias de medicamentos con litio, prednisona e hidroxicloroquina.
Si bien la enfermedad pareciera un problema cosmético, los enfermos informan que representa problemas en la vida diaria y en mujeres jóvenes tiene un impacto negativo.
A los estadounidenses les cuesta aproximádamente 11.25 mil millones de dólares al año, cerca del 60 por ciento de los pacientes pierde en promedio 26 días de trabajo a causa del padecimiento, según reportes de la NPF.
La psoriasis no tiene cura, sin embargo hay tratamientos recomendados por expertos que controlan la inflamación y retardan la acomulación de células por periodos cortos de tiempo como los ungüentos e hidratantes, vitamina D, antralina y ácido salicílico.
Por su parte, existen tratamientos caseros comprobados que ayudan a controlar el desarrollo de la enfermedad como tratamientos de luz y suplementos dietéticos.
Para más información de estas formas de tratamiento,el portal de Healthline pone a disposición una lista de remedios caseros, en la galería te dejamos con ellas.