Los trastornos de salud mental son una de las principales causas de discapacidad en las economías en todo el mundo, dice el Instituto Nacional de Trastornos de Salud Mental de Estados Unidos.
Estas afecciones incluyen depresión mayor o clínica, esquizofrenia, depresión desorden compulsivo y depresión maníaca, conocida popularmente como trastorno bipolar.
Tan sólo en Estados Unidos, la bipolaridad está presente en el 2.6 por ciento de las personas mayores de 18 años, cerca de 5.7 millones de adultos.
Los especialistas de Harvard Medical School señalan que este trastorno es una forma de depresión en la que los periodos de depresión profunda se alternan con períodos de hiperactividad y euforia sin control o manías.
En comparación con los pacientes que tienen otros trastornos depresivos, las personas con bipolaridad suelen experimentar cambios extremos en su estado de ánimo.
Se estima que esta condición comienza con un episodio depresivo en la adolescencia o en los primeros años de la edad adulta, aunque las fases de manía pueden presentarse años después.
Harvard estima que la bipolaridad es una importante causa de suicidio: una de cada cuatro personas intenta quitarse la vida y uno de cada 10 lo logra impulsada por el trastorno y sus síntomas.
La Alianza de apoyo para la depresión y el trastorno bipolar destaca que la bipolaridad llega a reducir, en promedio, 9.2 años en la esperanza de vida.
La enfermedad maníaco depresiva o depresión maníaca, como también se le conoce, se identifica principalmente por los amplios cambios de humor de alto a bajo, maníaco a depresión.
“Los períodos de ánimo elevado o irritable se denominan episodios maníacos. La persona se vuelve muy activa, pero de forma dispersa e improductiva, a veces con consecuencias dolorosas o embarazosas”, dicen los expertos de Harvard.
Y agregan: “Una persona en un estado maníaco está llena de energía o muy irritable, puede dormir mucho menos de lo normal y puede sonar con grandes planes que nunca podría llevar a cabo”.
Los pacientes bipolares suelen desarrollar un pensamiento fuera de sintonía con la realidad como un síntoma psicótico como delirios o percepciones falsas como alucinaciones. Si una persona tiene síntomas leves de manía sin síntomas psicóticos, su estado es llamado como hipomanía o episodio hipomaníaco.
Debido a que se presentan dos episodios en el trastorno, maníaco y depresivo, cada uno tiene sus propios síntomas que normalmente no son fáciles de distinguir de otras afecciones como la esquizofrenia
- Sentirse muy enérgico
- Hablar mucho de cosas diferentes
- Problemas para dormir o relajarse
- Constantes saltos entre pensamiento y pensamiento o de proyecto en proyecto
- Desarrollo de una autoconfianza exagerada o pensamientos de poder y riqueza
- Tendencia a hacer cosas arriesgadas como abusar del alcohol u otras drogas, gastar o invertir dinero de manera imprudente, tener relaciones sexuales imprudentes
- Sensación de depresión o preocupación
- Pérdida de interés en actividades o relaciones
- Problemas para concentrarse
- Problemas para dormir
- Pensamientos en la muerte o el suicidio
Los episodios de cambios en el estado de ánimo pueden ocurrir en raras ocasiones o muchas veces en un sólo año.
Si bien es una afección de por vida, puede ser controlada con un plan de tratamiento, en la mayoría de los casos, se trata con medicamentos y apoyo psicológico.
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