La clave de una buena dieta no sólo se basa en las porciones, ingredientes, carbohidratos o grasas consumidas, sino también en el entorno físico, aseguran expertos.
Según investigaciones de la Clínica Mayo, comer en un ambiente desordenado, sucio o en un lugar que no está destinado para la comida, aumenta las posibilidades de dañar la salud general, aumentar de peso y crear malos hábitos de nutrición.
Un estudio citado por Mayo menciona que este tipo de ambientes crean distracciones y orillan a las personas a <span ><strong>comer más tarde.</strong></span>
Es decir, en horarios donde la digestión se ralentiza y el proceso de metabolismo se altera con liberación de hormonas durante la absorción de alimentos, originando así obesidad, estados de alerta, estrés, insomnio y <span ><strong>reflujo</strong></span>.
En consecuencia, se sugiere mantener un espacio de comedor limpio para impulsar a las personas a querer usarlo y disfrutarlo durante los horarios de comida.
Los científicos han encontrado otros motivos de mala alimentación a partir de entornos físicos y de la forma en que se come, así como sus respectivas soluciones. A continuación te las presentamos.
Toma un lugar en la mesa y no en el sofá. Los investigadores dicen que sentarse en la mesa está relacionado con un peso más saludable, además de que “mejora la postura para comer, reduce la distracción y mejora el enfoque durante la comida”.
Se recomienda no comer con los trastes de la comida llenos enfrente de ti, ya que cuando termines tus porciones normales, puedes sentirte tentado a comer más. Lo ideal es servirte desde la cocina o desde una mesa alejada de ti. Así si crees que aún tienes hambre, tendrás que pensarlo dos veces antes de levantarte de tu lugar.
Utiliza platos y vasos más pequeños. Mayo dice que entre más grande sea el recipiente, es más posible llenarlo y duplicar la porción necesaria para el cuerpo.
No comas con la televisión o dispositivos móviles prendidos, así reducirás las distracciones y te concentrarás en comer. Según Mayo Clinic podrás recibir “mejor tus señales de hambre y plenitud, lo que puede ayudarte a evitar comer en exceso”.
Haz que la hora de la comida sea una oportunidad de vinculación, ya sea con la familia o amigos. Las investigaciones citadas por los especialistas dicen que los niños que comen en un ambiente familiar se desempeñan mejor en la escuela y tienen menos niveles deansiedad y depresión.