Investigadores de la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desarrollaron una tinta inteligente capaz de detectar si una persona está deshidratada o tiene niveles anormales de azúcar en la sangre.
El tatuaje cambia de color cuando detecta los padecimientos, gracias a tintas biosensibles. Se transforman de verde a marrón, a medida que aumenta la concentración de glucosa. Cambia a azul cuando aumenta la concentración de sodio, un indicador de deshidratación.
“Estábamos pensando en las nuevas tecnología y así surgió la idea de incorporar biosensores a la piel. Reemplazamos las tintas tradicionales con biosensores colorimétricos y fluorescentes que pueden informar sobre la concentración de sodio, glucosa y pH en el líquido intersticial de la piel”, dice Ali Yetisen.
La prueba de concepto en piel de cerdo incluyó refinamientos para evitar que la tinta se difumine en el tejido. Sin embargo, hay una desventaja: los dispositivos de monitorización portátiles aún no se integran perfectamente con el cuerpo. La corta duración de la batería y la necesidad de conexión inalámbrica también son problemas a solucionar.
Una vez que se superen las barreras, los tatuajes inteligentes podrían causar un gran impacto en el diagnóstico de enfermedades. Las posibilidades son infinitas.
“Podrían desarrollarse tatuajes de larga duración para enfermedades crónicas o diseños temporales para monitoreos cortos. Incluso, la tinta puede ser invisible, y sólo legible bajo cierto tipo de iluminación", explican.
Ali Yetisen ya desarrolló una aplicación para analizar la imagen con un sensor y ofrecer diagnósticos cuantitativos. "El propósito del trabajo es iluminar la imaginación de los biotecnólogos y estimular el apoyo público para tales esfuerzos".
"Estas preguntas acerca de cómo la tecnología impacta en nuestras vidas deben ser consideradas”, enfatizan.