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Estados Unidos parece estar combatiendo al tabaquismo a mayor ritmo que antes, ya que dicho problema de salud pública lleva décadas en una tendencia descendente, pero generalmente cae un punto porcentual o menos por año y ahora eso ha aumentado.
La tasa de consumo de tabaco entre adultos en el país bajó a un 15 por ciento en 2015 y dicha cifra se convirtió en el mayor declive interanual registrado en más de dos décadas, de acuerdo con un nuevo informe del gobierno de Estados Unidos.
La anterior ocasión en que se registró una baja casi igual de grande fue de 1992 a 1993, cuando la tasa disminuyó 1.5 puntos porcentuales, según Brian King, de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).
Los CDC informaron el martes de la nueva estadística, basada en una amplia encuesta nacional que representa la principal medición gubernamental de diversas tendencias relacionadas con la salud.
Fumar tabaco es la principal causa de enfermedades prevenibles en Estados Unidos y causa más de 480 mil muertes al año, según los CDC. Sin embargo, el motivo del descenso de tabaquismo en 2015 no está del todo claro, y se desconoce si se mantendrá el ritmo.
Hace unos 50 años, según la agencia The Associated Press, aproximadamente el 42 por ciento de los adultos fumaba en Estados Unidos. El hábito era común casi en todas partes, como oficinas, restaurantes, aviones e incluso en hospitales.
El descenso gradual de la tasa de tabaquismo ha coincidido con una mayor conscientización del público de que el tabaco es una causa de cáncer, problemas de corazón y otras enfermedades mortales. Los expertos atribuyen el reciente declive a la gran influencia que han tenido las campañas contra el tabaquismo, los impuestos a los cigarrillos y las prohibiciones al consumo de tabaco.
El aumento de la comercialización de cigarrillos electrónicos y de su popularidad también ha influido. Pero todavía se desconoce si esto contribuirá a impulsar una mayor declinación en el hábito o a que aumente en los próximos años. Los cigarrillos electrónicos calientan la nicotina líquida y la convierten en vapor. Los fumadores aspiran la sustancia sin consumir los subproductos derivados de la combustión del tabaco.
Esos dispositivos son una herramienta potencialmente útil para ayudar a los fumadores a dejar el hábito, pero los expertos temen que también creen una nueva forma de adicción a la nicotina. Algunas encuestas de los CDC han mostrado un auge en el uso de cigarrillos electrónicos entre los adolescentes, en tanto que las autoridades de salud temen que muchos de esos chicos se vuelvan adictos a la nicotina y terminen después como fumadores.
A principios de mes, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) anunció nuevas normas al respecto, que por primera vez aplicarán disposiciones vigentes hace tiempo referidas tanto a cigarrillos tradicionales como a cigarrillos electrónicos, pipas de agua, pipas tradicionales y geles con nicotina. Los menores tendrán prohibido comprar esos productos.
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