El cáncer es una de las enfermedades más dañinas y desgastantes que puede sufrir una persona, por lo que sus síntomas jamás deben de ser ignorados, por más ligeros que se presenten.
Las advertencias de este padecimiento en etapa temprana se pueden confundir con otras enfermedades o puede tratarse de enfermedades benignas, así que para prevenir un riesgo mayor, lo mejor es acudir inmediatamente con un médico.
Uno de los síntomas más comunes son los bultos debajo de la piel y se presentan generalmente en los senos, cuello y los genitales. Aunque al inicio no podrás identificar si se trata de un tumor maligno o benigno, no te asustes y recurre por atención médica.
Los cambios en el aspecto de las verrugas o los lunares también son una señal de advertencia, ya sea en el tamaño, color o forma.
El cáncer también se manifiesta a través de las heridas, por lo que si una lesión tarda más de lo común en sanar o sangra después de que parecía que había quedado curada, es un síntoma preocupante.
Otro cambio en el organismo que amerita atención inmediata es registrar una secreción espontánea en el pezón o vaginal.
Esta enfermedad también causa cambios en los hábitos para defecar, entre los que se encuentra la necesidad de ir de forma más frecuente al baño o notar sangre en heces u orina.
Algunos tipos de cáncer, como el de garganta, boca o esófago provocan dificultades para tragar, mucha tos o ronquera, de acuerdo con la Clínica de Cleveland.
Si experimentas cualquiera de estos síntomas anota la frecuencia con la que se registran para que al visitar al médico puedas aportar mayor información que ayude a identificar el padecimiento que tienes.
Consulta en la galería de arriba algunos factores que incrementan el riesgo de padecer algún tipo de cáncer.