La pérdida auditiva ocurre cuando existe un problema en el oído externo (conducto auditivo externo y tímpano), medio (espacio lleno de aire detrás del tímpano con osículos), o interno (cóclea).
De acuerdo al sitio Cleveland Clinic, en Estados Unidos más de 12 mil bebés nacen con pérdida parcial y uno de cada mil nacen sordos, convirtiendo a la pérdida de audición en el defecto de nacimiento número uno del país.
El nivel puede variar desde tener problemas para escuchar pequeños sonidos o no percibir nada, siendo totalmente sordos. Existen tres tipos de pérdida auditiva: conductivo, sensorineural y mixto.
El conductivo ocurre cuando hay acumulación de cera, líquido en el oído, daño en el tímpano o defecto de nacimiento en los huesos. Este tipo podría no ser permanente si se cura con medicamentos o cirugía.
El sensorineural es causado por problemas con el oído interno por un desarrollo anormal en el útero, tumores o estar expuesto a ruidos muy fuertes. Desafortunadamente, este tipo de pérdida es permanente. El mixto es una combinación de los anteriores.
La pérdida auditiva puede ser a causa de anomalías craneofaciales, herencia, infección en el útero, medicamentos ototóxicos, pasar más de 5 días en cuidados intensivos neonatales, sufrir de rubéola o meningitis, e infección en el oído, como la otitis media.
Este padecimiento afecta el habla, aprendizaje y desarrollo del pequeño, por lo que es importante tratar la pérdida lo más pronto posible. Entre los tratamientos están los audífonos o amplificadores de sonido; los implantes cocleares; terapia de lenguaje, y tubos auditivos.
Para prevenir es importante que la embarazada coma bien y visite al médico, ponerle a los pequeños todas las vacunas y no exponerlos a ruidos fuertes.
Consulta la galería para saber cómo reconocer si un bebé o niño tiene pérdida de audición.