Constantemente pensamos en bajar de peso o cuidar nuestra apariencia, pero ¿cuándo nos preocupamos por mantener un cerebro saludable?
Los expertos definen un cerebro sano como aquel que puede prestar atención, recibir y reconocer información de los sentidos; aprender, recordar, comunicar; resolver problemas y tomar decisiones. Pero el deterioro cognitivo puede afectar estas funciones.
“Tanto el corazón, como el cerebro, necesitan un flujo sanguíneo adecuado, pero en muchas personas los vasos sanguíneos se estrechan o bloquean lentamente a lo largo de su vida, un proceso conocido como aterosclerosis, la causa de muchos ataques al corazón y derrames cerebrales”, explica la Asociación Americana del Corazón.
El neurocientífico Philip Gorelick señala que la salud cardiovascular es equivalente al buen estado del cerebro. En 2010, cerca de 4 millones de estadounidenses tenían demencia; se estima que, para 2030, la cifra se elevará hasta 75 millones.
Los signos de demencia incluyen olvido, dificultad para seguir instrucciones sencillas, para seguir una conversación. Se reduce la capacidad de recordar, aprender, comunicar, moverse y regular emociones.
Hannah Gardener, de la Universidad de Florida, recomienda inculcar hábitos desde la niñez, para cuidar la salud cardiovascular. “Esperar hasta la edad adulta, o hasta que alguien tiene un derrame cerebral o muestra signos de demencia, puede ser demasiado tarde”.
Puede empezar por aprender un nuevo idioma, un instrumento musical, hacer ejercicios desafiantes, armar rompecabezas y socializar.
Los factores de riesgo para desarrollar enfermedades también pueden modificarse siguiendo una dieta saludable, realizando actividad física y dejando de fumar. Consulta en nuestra galería, los siete pasos para mantener un cerebro saludable.