Una dieta balanceada debe incluir aproximadamente 80 miligramos de vitamina C en los diferentes alimentos que se consumen al día, pero si esta cantidad no es suficiente, tu cuerpo te lo hará saber a través de diferentes señales.
Los hombres requieren 90 miligramos diariamente y las mujeres 75 miligramos, pero si están embarazadas o en periodo de lactancia, de acuerdo con la Clínica Mayo.
La vitamina C es vital para la formación de vasos sanguíneos, músculo y cartílago, así como para el proceso de curación.
Si notas que tus heridas tardan en sanar más tiempo de lo normal puede ser porque no tienes los niveles adecuados de esta vitamina en la sangre y el organismo no alcanza a producir colágeno para reparar los tejidos.
Además, al no tener la vitamina C suficiente es probable que seas más propenso a una infección en las heridas y a tener la piel seca y arrugada.
Otra señal de alerta son las encías sangrantes y las hemorragias nasales, también por los problemas de colágeno.
Si estás enfermando de forma más frecuente que lo normal o tardas más en recuperarte, también puede ser por la falta de esta vitamina, ya que está relacionada con el sistema inmunológico, según Web MD.
La falta de vitamina C también puede provocar aumento de peso, porque es esencial para quemar la grasa y convertirla en energía. Por la misma razón, se vincula la carencia con el incremento de cansancio e irritabilidad.
Una de las complicaciones más graves por la escasez de esta vitamina es el escorbuto, una enfermedad que genera debilidad, anemia, gingivitis y hemorragias cutáneas, aunque son pocos los casos que se registran actualmente.
Consulta en la galería de la parte superior algunos alimentos ricos en vitamina C que puedes agregar a tu dieta.