Aunque las vacunas son esenciales en los primeros años de vida, no solo los niños deben tenerlas. Los adultos también deben de cumplir con una cartilla para evitar contagiarse de enfermedades que pueden afectar su salud.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) cuentan con una lista recomendada para personas de 19 años o más, que pueden prevenir una hospitalización o hasta la muerte.
Las vacunas pueden solicitarse en centros de salud públicos o en hospitales privados, aunque tendrán un costo más alto.
Es importante cumplir con los tiempos y las dosis determinadas por los expertos en salud para que la inmunización sea eficaz.
Una de las dosis más importantes es la de la influenza, que se debe aplicar una vez al año antes del inicio de la temporada. Todas las personas de más de 6 meses de edad pueden vacunarse.
Hepatitis A: Aunque puede aplicarse de manera preventiva, es forzosa al tener factores de riesgo como una enfermedad hepática crónica, VIH, uso de drogas, embarazo, o estar en contacto con una persona infectada.
Edad: a partir de los 19 años de edad, dos o tres dosis.
Hepatitis B: como medida preventiva o al tener una enfermedad hepática crónica, VIH, uso de drogas, riesgo de exposición sexual, riesgo percutáneo o mucoso de exposición a la sangre y embarazo.
Edad: a partir de los 19 años de edad, dos o tres dosis.
Virus del papiloma humano.
Edad: hasta los 26 años de edad, dos o tres dosis.
Sarampión, paperas y rubeola
Edad: una o dos dosis para personas que nacieron antes de 1957.
Tétanos, difteria y tos ferina
Una dosis después de los 11 años o en cada embarazo.
Varicela
Dos dosis para quienes no la recibieron de niños y una dosis para quienes previemente se aplicaron una.
Zoste
Edad: a partir de los 50 años de edad se aplican dos dosis, con entre dos y seis meses de diferencia.
Vacunación meningocócica: recomendada para hombres con VIH, uso de inhibidores y otros factores de riesgo.
Edad: a partir de los 19 años de edad, una dosis cada cinco años si el riesgo persiste.
Vacunación neumocócica: Se aplica una dosis, a partir de los 65 años de edad. Sin embargo, la podrían requerir peronsas menores con enfermedad pulmonar, hepática, diabetes y afecciones inmunocomprometidas.
pb