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La toalla de baño entra en contacto con el cuerpo en el momento del día en el que se encuentra más limpio, pero también necesita limpieza más seguido de lo que crees.
Una toalla sucia puede contener miles de microbios y bacterias, pues encuentran un ambiente húmedo y cálido para vivir.
Los paños para secar las manos son los más sucias, pues se encuentran en el baño la mayor parte del tiempo, donde también se viven bacterias como la E. coli. Además, muchas personas no se lavan las manos a profundidad y transfieren los gérmenes a la tela absorbente.
La Clínica de Cleveland recomienda lavar la toalla para bañar, al menos, una vez a la semana o cambiarla por una limpia. Los paños usados para secar las manos deben cambiarse o lavarse dos veces a la semana.
Si estás enfermo, debes lavar este objeto con mayor frecuencia para evitar que los malestares perduren por más tiempo de lo que deberían.
En caso de que tu vivienda tenga demasiada humedad, es necesario lavar las toallas más de una vez a la semana, al igual que en la temporada de verano.
Lávalas con agua caliente y un producto desinfectante, además del detergente que usas con el resto de la ropa.
La tela más recomendable para estos objetos de higiene personal es la felpa con muchos hilos, aunque se deben dejar secar por más tiempo. Para quienes se bañan después de ir al gimnasio y guardan la toalla por un largo periodo, es mejor comprar de microfibra.
Las toallas sucias y que están húmedas la mayor parte del tiempo pueden provocar pie de atleta, hongos en las uñas de los pies, verrugas y dermatitis atópica.
Consulta en la siguiente galería algunos consejos para mantener limpias las toallas que utilizas en el hogar.