- Haz que los alimentos se vean atractivos y divertidos por medio de la creatividad. Foto: Pixabay
- Procura ser un modelo de conducta alimentaria para los niños. Si ellos ven que te alimentas bien, con elementos variados y saludables hay más posibilidades de que imiten tus acciones. Foto: Pixabay
- Inicia con pequeñas porciones de los nuevos alimentos combinados con los habituales, así será más sencillo que coman. Posteriormente podrás aumentar las porciones con la seguridad de que se los comerán. Foto: Pixabay
- Recompensa a los niños por comer nuevos alimentos. Expertos sugieren que éstas no se traten de comida chatarra, sino de elogios verbales, tiempo extra de juego o regalos sencillos y útiles. Foto: Pixabay
- Descarta posibles intolerancias a cierto tipo de comida, anota los platillos que se niegan a comer, identifica posibles molestias después de comerlos o pregúntales por qué no los quieren. Foto: Pixabay
- No olvides que tú tienes el control. Los niños suelen ser muy persuasivos por lo que los padres optan por cumplir sus deseos, incluso pedir comida diferente al resto de la familia. Foto: Pixabay
- Involucra a los niños en la planificación de comidas y en su preparación. Deja que participen haciendo tareas sencillas y seguras. Foto: Pixabay
- Ten paciencia con los pequeños exigentes. Está comprobado que los niños que son presionados, tienden a aumentar su delicadeza con ciertos alimentos. Foto: Pixabay
- Agrega diversión a la hora de la comida y agrega paciencia debido a que los niños comen lento y más cuando la comida es nueva. Foto: Pixabay
- Elimina distracciones como televisión, juguetes, libros o aparatos electrónicos que no los dejen concentrarse en la comida. Foto: Pixabay
- Así como prestas atención a lo que no les gusta, identifica lo que sí y prueba darles alimentos similares. Foto: Pixabay
- Continuamente pregúntales si se sientes satisfechos o si quieren más comida o si le está gustando los alimentos. Foto: Pixabay
- No dejes de probar nuevas alternativas alimenticias. Una investigación comprueba que, aunque los niños tardan en adaptarse a sabores y texturas nuevas, con el tiempo las hacen parte de su dieta diaria. Foto: Pixabay
- Invita a amigos a comer con los niños, así se verán más motivados a ingerir los nuevos platillos. Foto: Pixabay
- Reduce el consumo de refrigerios poco saludables como papas, dulces y refrescos. Foto: Pixabay