Idealmente, las vacaciones son un lapso para descansar y disfrutar de la vida en familia. Es tiempo libre de obligaciones laborales. Sin embargo, pueden transformarse en una temporada infernal.
Todo a nuestro alrededor vende imágenes de “felicidad”. Los medios de comunicación se llenan de consejos para decorar, organizar festividades, preparar comidas fastuosas y dar regalos. La publicidad representa reuniones familiares llenas de alegría, pero si la vida no se ajusta a esa expectativa puede derivar en estrés.
La Universidad de Harvard señala que existe el estrés por vacaciones. La temporada decembrina también puede ser solitaria (al alejarse del trabajo y amigos), estresante y una ocasión para beber o gastar de más.
“Estas desventajas, junto con otros factores, contribuyen al aumento en las muertes por enfermedades del corazón que ocurren durante las vacaciones”.
Otras personas suelen vivir estrés, al no poder alejarse de actividades laborales. Con las nuevas tecnologías, muchos caen en la tentación de revisar el correo electrónico y responder en grupos de Whatsapp. Otros, son obligados a trabajar por sus jefes, aún cuando están en sus días libres.
Claire McCarthy, de la Facultad de Medicina de Harvard, explica que las rutinas apagadas y aburridas pueden estresar a los niños de la casa. Para lidiar con ello, recomienda que los pequeños no cambien bruscamente su ritmo de vida.
“Por muy tentador que sea dejar que los niños se queden despiertos hasta tarde, trate de quedarse dentro de una hora de la hora habitual, excepto en ocasiones especiales (como la víspera de Año Nuevo). Lo mismo ocurre con las comidas (asegúrese de que sus hijos reciban tres comidas saludables por día, preferiblemente con usted y no delante de la televisión)”.
En nuestra galería, más consejos para lidiar con el estrés por vacaciones en niños y adultos.