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De acuerdo con investigadores de Harvard, Estados Unidos es la población que más pone en peligro su salud por el excesivo consumo de carnes, aún sobre Europa Occidental, con alrededor de cinco porciones por semana, principalmente de carne procesada.
En octubre pasado, Annals of Internal Medicine publicó sus pautas para el consumo de carnes rojas y procesadas, según el informe, se detalló que se conservarían las cantidades anteriores, es decir, una porción a la semana, debido a la “incapacidad” de los usuarios para hacer un cambio a sus dietas diarias.
No obstante, las recomendaciones siguen sin ser estrictas y no están establecidas con base en datos sobre posibles riesgos a la salud, ni en evidencias que impulsen a mejorar las dietas, aseguran expertos.
Recientes estudios pusieron en controversia la decisión de la institución de conservar sus pautas, ya que los investigadores han vinculado el consumo de por lo menos 3 ½ porciones de carne roja con riesgos de enfermedades crónicas, cardiovasculares y del cáncer.
Por su parte, el consumo de más de cuatro porciones de carne procesada como dos rebanadas de jamón, salchichas, mortadela y tocino puede aumentar las posibilidades de una muerte temprana.
¿Cómo reemplazar o complementar las comidas sin altas porciones de carne?
Harvard dice que la mejor manera de disminuir el consumo de carnes en una comida es añadiendo alimentos más saludables como vegetales, legumbres, mariscos, granos enteros y proteínas marinas.
Está comprobado que cerca del 90 por ciento de los estadounidenses no consumen estos tipos de alimentos en cantidades recomendadas por día, es decir de dos a cuatro tazas, según la edad y sexo.
Aunado a esto, aquellos consumidores acérrimos de carne promueven la contaminación, debido a que el ganado es responsable del 14 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero.