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A la mayoría de los perros les gusta que les compartamos nuestra comida cada vez que se presente la oportunidad, por lo que es importante tener cuidado con lo que les damos a probar, ya que algunas cosas pueden ser peligrosas para su salud.
Los lácteos son los alimentos y bebidas que están en debate sobre su consumo y el daño que les puede hacer a su salud.
Si bien hay perros que aman la leche y la toman sin problema, otros más pueden presentar malestares, principalmente gastrointestinales.
¿Pueden los perros tomar leche?
En general, los perros pueden tomar leche o comer lácteos siempre y cuando sea con moderación y cuando se verifique que no son intolerantes a lactosa o sean alérgicos, destacan los expertos de American Kennel Club.
“La mayoría de los perros pueden beber leche de vaca o leche de cabra, sin embargo, algunos perros pueden ser alérgicos o intolerantes a la lactosa”, señala la doctora Stephanie Liff, DVM y propietaria de Pure Paws Veterinary Care de Clinton Hill Brooklyn, NY.
¿Cuánta leche pueden beber los perros?
En pequeñas cantidades, la leche siempre va a ser segura, cuando no sea motivo de alergias o cause enfermedades gastrointestinales por intolerancia.
Cuando se les permite tomar leche, lo ideal es que sólo sean dos cucharadas, si se les llega a servir un tazón, es probable que dicha cantidad les provoque diarrea, vómitos o heces sueltas.
En grandes cantidades y con frecuencia, la leche u otros lácteos ocasionan obesidad y pancreatitis debido a los altos niveles de grasas y azúcares naturales que contienen los productos.
¿Cómo funciona la intolerancia a la lactosa en los perros?
Cuando nacen, los perros pueden digerir con facilidad la leche de sus madres, pero cuando dejan de tomarla producen menos lactasa, una enzima que les ayuda a descomponer los azúcares en la leche.
Es a partir de este momento en que los perros suelen hacerse intolerantes.
Cuando no hay abundancia de lactasa, los perros tienen más dificultades para digerir la lactosa, que está presente en la leche: pasa a través de los tractos gastrointestinales, entra al colón sin digerir, y este azúcar atraerá agua al colón causando diarrea; la fermentación de bacterias en el colón provocan flatulencias y malestares.
Los dueños y veterinarios pueden determinar si un perro es intolerante una vez que hayan tomado leche y hayan experimentado los síntomas ya mencionados, pero aquí es importante saber primero qué cantidad tomaron, puede que no sean intolerantes, pero el daño aparece cuando la leche se toma en grandes cantidades.
De acuerdo con PetMD, los perros presentan malestares hasta 12 horas después de haber consumido leche.