Desde hace miles de años, el vinagre de manzana ha servido como tratamiento para algunas enfermedades e infecciones como la tos, la gripe, el reflujo ácido y el control de azúcar en la sangre.
Incluso ha sido utilizado como un apoyo para perder peso. Si bien la ciencia respalda algunos de sus usos y beneficios en la salud, todavía existe debate acerca de su eficacia en la pérdida de peso.
Antes de adentrarnos en sus beneficios, debemos conocer este líquido milenario.
El vinagre de manzana es un tipo de vinagre hecho con manzanas fermentadas trituradas, levadura y azúcar.
Normalmente se usa en la cocina para hacer aderezos, encurtidos o adobos.
El vinagre se hace a través de la fermentación, primero las manzanas se trituran y son mezcladas con levadura para acelerar su fermentación; semanas después de este proceso el azúcar se convierte en alcohol.
Posteriormente, el alcohol es descompuesto por bacterias naturales y lo transforman en ácido acético, lo que le da el olor picante.
En el supermercado se vende el vinagre transparente, pasteurizado y filtrado, mientras que el vinagre casero suele quedar crudo y sin filtrar, con un sedimento turbio llamado la madre, formada por bacterias y levaduras.
Existen testimonios que afirman que el vinagre de manzana ayuda a bajar de peso, pero la ciencia detrás de esto no es sólida.
Harvard señala que tomar un vaso de vinagre de manzana por las noches, como se recomienda, no es un esfuerzo que resulte “probable” para bajar de peso ya que se deben mejorar los hábitos saludables antes que dejar toda la carga a este líquido.
“A un nivel de sentido común, no es probable. He aquí por qué: cambiar solo una parte de nuestra rutina, como beber un trago de vinagre de sidra de manzana cada noche, no puede ayudarnos a perder el exceso de peso con tanta eficacia como esfuerzos más amplios que incluyen cambiar nuestra dieta general y hacer ejercicio con más frecuencia”, dice Toni Golem, MD y editora en jefe de Harvard Women's Health Watch.
Agrega que tomar vinagre en la noche no es una opción debido a su alto nivel de acidez. Y es que afecta a las personas con acidez crónica de estómago o enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) hasta el punto de causarles ardor en el pecho mientras duermen.
Cleveland Clinic señala que en el pasado se hicieron algunos estudios pequeños que sugirieron que el ácido acético, con el que está conformado el vinagre de manzana, era capaz de quemar grasa y cambiar las hormonas estimulantes del apetito del cuerpo.
Si bien todavía no hay estudios a gran dimensión o con más relevancia, se cree que puede ayudar ligeramente al cuerpo a mantenerse satisfecho por al menos dos horas después de comer.
Lo anterior no significa que el vinagre de manzana sea un método mágico para perder peso, por lo que se recomienda seguir un plan alimenticio respaldado por expertos en nutrición y hábitos saludables.
"No hay evidencia concreta de que tenga beneficios de supresión del apetito a largo plazo", indica la dietista Beth Czserwony de Cleveland Clinic.
Reduce el azúcar en la sangre y es un gran apoyo para las personas que tienen diabetes de tipo II.
Calma el reflujo ácido debido a sus probióticos que producen bacterias buenas en el intestino y generan un equilibrio que disminuyen, a su vez, los síntomas de la ERGE, dice Cleveland Clinic.
Es rico en antioxidantes que previenen el daño a las células del cuerpo.