El aloe vera es una de las opciones más ricas para probar en jugo o en agua, además de ser una planta que proporciona varios beneficios a la salud.
Si bien tiene la fama de aliviar las quemaduras solares, con su gel pegajoso, conocido como parénquima, o reducir el acné, el aloe vera en su estructura completa puede aportar más beneficios vinculados a la diabetes si se toma en jugo o agua.
“El aloe es una planta sencilla. En realidad no parece que sea tan especial. Pero en realidad puede proporcionar muchos beneficios”, dice la dietista Beth Czerwony de Cleveland Clinic.
El jugo no se obtiene de la plata completa, sino que sólo se extrae el gel del interior y se mezcla con agua.
Por lo general no lleva azúcar, pero se le puede añadir azúcar o miel para dulcificar su sabor.
Los expertos recomiendan tomarlo al natural para reducir el consumo de calorías que en gran cantidad puede ralentizar el metabolismo.
Los antioxidantes que contiene el aloe vera ayudan a reducir las posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes y enfermedades del corazón, así como a tratarlos si ya están presentes.
Una investigación, compartida en National Institutes Of Health de Estados Unidos, dice que el aloe vera en jugo reduce los niveles de glucosa en la sangre de pacientes con diabetes tipo II, asimismo, mejora la capacidad de respuesta de los tejidos del cuerpo a la insulina, haciéndola más eficaz.
Por su parte, los componentes activos del aloe vera ayudan a reducir la presión arterial alta.
Especialistas de la Cleveland Clinic destacan que el jugo de aloe vera es una buena opción baja en calorías y azúcar que evita que consumas más de esto en refrescos, jugos procesados o en alimentos.
Una porción de ocho onzas es lo recomendado, ya que no tiene alto contenido de proteínas, grasas ni carbohidratos, y por el contrario sólo tiene ocho calorías y es baja en azúcar. “Es bastante natural. Puedes beberlo sólo o ponerlo en batidos”.
Los antepasados usaban esta planta para aliviar los síntomas del estreñimiento. De acuerdo con evidencia científica, la textura del aloe vera afecta la consistencia de las heces, haciéndolas más suaves a la hora de expulsarlas, también promueve una buena digestión y favorece el metabolismo.
Eso no es todo su efecto en el sistema digestivo. Cleveland Clinic dice que el aloe vera tiene el poder de reducir la acidez de estómago que ocurre cuando el ácido sube hasta el esófago.
Además de aliviar la piel cuando hay quemaduras o sufre de alguna lesión, el aloe vera ayuda a hidratar la piel, reducir el acné y mantener la piel del rostro más limpia y clara.
Sus altos niveles de betacaroteno, que es un antioxidante que se encuentra en las verduras y frutas naranjas y amarillas, se convierten en vitamina A, una vitamina relacionada a la salud ocular, buena visión y retardadora de enfermedades.