Las mujeres que tienen senos prominentes muchas veces padecen dolores de espalda o cuello, cansancio físico e incluso, a nivel social, incomodidad ante las miradas de las personas. Ante ello, surge la pregunta: ¿Me opero o no? Algunos especialistas en el tema dan los pormenores acerca cómo es realizar el procedimiento en Estados Unidos.
La cirugía de reducción de glándulas mamarias es uno de los procedimientos más comunes de cirugía plástica, asegura el doctor Michelle Coriddi en conversación con el sitio US News & World Report, quien se encuentra en su quinto año de residencia en cirugía plástica en el Centro Médico de la Universidad de Wexner de Ohio State.
Por ejemplo, durante 2014, en Estados Unidos se realizaron más de 62,000 cirugías de reducción mamaria reconstructiva y más de 41,000 cirugías cosméticas, según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos.
De acuerdo con el mencionado sitio estadounidense, mujeres de todas las edades se someten al procedimiento, aunque es raro en menores de 18 años, ya los cirujanos quieren estar seguros de los pechos ya no están creciendo, dice Coriddi.
A decir de los especialistas, en el caso de las mujeres que todavía pueden tener niños, deben considerar que uno de los riesgos de la cirugía es la incapacidad de amamantar.
Si bien no hay directriz particular para determinar qué tan grandes son los senos para justificar una posible operación, Coriddi dice que las compañías de seguros por lo general requieren que las mujeres muestren síntomas alusivos al exceso de tamaño de sus pechos: dolores en el cuello, espalda y hombros, problemas dormir y hacer ejercicio y una falta de confianza en situaciones íntimas y sociales.
Los cirujanos plásticos rara vez recomiendan a los pacientes potenciales para realizarse la cirugía consultar a un psicólogo antes de la cirugía, sólo en los casos en los que el paciente puede tener tendencia a la depresión, ansiedad u otro problema de salud mental por el tamaño de su pecho, dice David Sarwer, profesor de psicología en la Universidad de Pennsylvania Perelman School.
¿Cómo es la cirugía?
La cirugía, que por lo general tarda de dos a cinco horas, implica incisiones que crean colgajos de piel, pero deja el pezón y la aureola unido a una pequeña cantidad de tejido mamario. Luego, el cirujano elimina el exceso de tejido mamario, remodela el restante y sutura las incisiones.
A decir de los especialistas consultados por US News, mientras que los pacientes deben hablar con sus cirujanos su tamaño del pecho deseado antes de someterse al procedimiento, no hay garantía de que el producto final será la medida establecida previamente. Gran parte de ella se reduce a criterio del cirujano durante la cirugía, dice Coriddi, quien recomienda visitar la Sociedad Americana.
Los riesgos de la operación
El cirujano adecuado también puede ayudar a minimizar los riesgos del procedimiento, como los pechos asimétricos, infección, cicatrices y cambios potencialmente permanentes en el pezón y la sensación de mama.
"Cuando es realizada por un cirujano plástico certificado por el consejo, la cirugía de reducción de mama es segura y los pacientes tienen excelentes resultados", dice Coriddi, cuya investigación ha demostrado que los pacientes reportan mejorías significativas en la satisfacción con el aspecto de sus senos, así como su psicosocial y el bienestar sexual.
Según RealSelf.com, un foro en línea para la cirugía cosmética de los senos, el 98 por ciento de los más de 3,000 encuestados considera que la cirugía de reducción mamaria "vale la pena." De acuerdo con los especialistas, la recuperación varía de acuerdo al organismo de cada mujer, pero en promedio es de seis a ocho semanas.
También te puede interesar: