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Melissa Bigg Bradley es la fundadora de la lujosa firma de viajes Indagare, un club de membresía mediante el cual se planean y realizan viajes de lujo en jets privados y yates, con hospedajes desde islas privadas hasta hoteles de 5 estrellas.
Es decir, Biggs Bradley es una especia de gurú de los viajes, quien viaja alrededor de 200 mil millas cada año, por lo que conoce todos los secretos de los viajeros frecuentes y de las tripulaciones de los aviones, pues viaja en todas las aerolíneas, afirma.
Según Melissa, el secreto para evitar el jet lag, de acuerdo a los pilotos y azafatas, es no comer. En efecto si en un viaje largo, ejemplo, Singapore- New York, que toma 17 horas, una forma de evitar este conocido malestar es comer lo menos posible, y mejora aun, no comer.
Básicamente lo que sucede es que, debido a la altitud, el sistema digestivo se detiene. Es como estar bajo anestesia, afirma la experta, así que cuando aterrizas, el sistema se reactiva, por lo que tendrá mucho por digerir y hará que te sientas agotado.
Otro consejo de la gurú de los viajes es que lleves siempre contigo un probiótico y una sustancia de alivio digestivo, como Pepto-Bismol.
El primero, si se toma regularmente ayuda a la reproducción de bacteria benigna en el estómago, el segundo cubre el intestino ayudando a filtrar organismos dañinos que se encuentren en la comida o el agua que consumes en una tierra extranjera y a los que tu cuerpo no está acostumbrado.