Tener un perro en casa trae consigo muchos beneficios para la salud, dice la ciencia, y es bueno para el crecimiento de los niños y su desarrollo psicológico.
Según destaca American Kennel Club, y varios estudios científicos como The Role of Pets in Enhancing Human Well-being: Effects on child Developed, los perros ayudan a los niños a crecer más sanos, más inteligentes y más empáticos.
Los perros desempeñan varios roles importantes dentro de una familia más allá del compañerismo y protección, su impacto con los más pequeños de la casa es mayor hasta el grado de apoyar su crecimiento y ayudar a definir su futuro como personas con más autoestima, compasivos, responsables, felices y con mejores habilidades sociales, dice la American Academy of Child and Adolescent Psychiatry.
Los niños muestran una mayor autoestima cuando están con su mascota; los expertos dicen que lo ideal es asignarles una tarea a completar como ayudar a cuidar a su perro o sacarlo a pasear, siempre y cuando las tareas sean apropiadas con la edad del pequeño.
Cuando crecen con perros, los niños son más empáticos que aquellos que no tienen perro o crecen con cualquier otra mascota.
El artículo de Enhancing Human Well-being: Effects on child Developed destaca: “Si hay mascotas en la casa, los padres y los niños frecuentemente comparten el cuidado de la mascota, lo que sugiere que los jóvenes aprenden a una edad temprana cómo cuidar a un animal dependiente”.
De acuerdo con algunas investigaciones psicológicas y de desarrollo infantil, los niños se sienten más seguros y apoyados nombrando a sus perros cuando se les pregunta a quién acudirían si tuvieran algún problema o si tuvieran miedo.
Los niños que crecen con perros y hablan con ellos tienen un mejor desarrollo cognitivo, es decir, aprenden a hablar mejor y más rápido, memorizan mejor, leen y razonan mejor que otros niños que no tienen perros, prestan más atención, aprenden mejor en la escuela y comprenden com más claridad su entorno.
No sólo los adultos se relajan acariciando a sus mascotas, se ha demostrado científicamente que los niveles de estrés de los niños baja cuando hablan con sus perros, los acarician e incluso cuando les leen en voz alta.
De acuerdo con Harvard, los perros promueven la sensación de felicidad y de bienestar en cualquier humano, sea mayor o niño.
Cuando existe apego hacia un perro, se crean efectos cerebrales biológicos que reducen el estrés y aumentan los niveles de la serotonina y la dopamina, hormonas de la felicidad, la recompensa y la satisfacción.
Un estudio hecho en Finlandia concluyó que los niños con perros crecen más sanos y con menos probabilidades de sufrir enfermedades respiratorias, incluidas alergias que los niños que no tienen perros o crecen con otras mascotas.
Tener un perro es una gran responsabilidad, hacer que los niños participen en su cuidado los preparará para enfrentar responsabilidades a lo largo de su vida y los enseñará a hacer tareas sencillas como alimentar a un ser vivo dependiente, a bañarlo, pasearlo, cuidarlo, llevarlo al doctor si se enferma, protegerlo, darle cariño y ayudarlo cuando más lo necesite.
Tanto a niños como a adultos, tener un perro en casa les beneficia a la salud física ya que les fomentan un estilo de vida más activo. Los niños que sacan a pasear a sus perros o juegan con ellos durante el día, hacen más ejercicio, lo que a su vez les ayuda a desarrollar huesos y músculos fuertes y a cuidar su salud cardiovascular.
Una investigación publicada en Live Science, sugiere que los niños con perros hacen once minutos más de ejercicio que los niños sin mascota.