Otoño es la temporada perfecta para degustar una de las frutas icónicas de la cosecha, una que con el paso de los años ha ganado popularidad por ser protagonista en las celebraciones de Acción de Gracias, Halloween e incluso en Día de Muertos.
Nos referimos a la calabaza de invierno, perteneciente a la familia de las Cucurbitáceas y originaria de América del Norte.
Estos frutos de temporada son característicos por su color que va del amarillo al naranja y piel estriada o rugosa lo suficientemente gruesa para conservar el interior durante un tiempo prolongado.
También es famosa por su sabor denso con pulpa firme, que sirve para guisos especiales como sopas, panes y postres, así como por sus múltiples beneficios que aporta a la salud que ayudan a reducir el riesgo de muchas enfermedades crónicas, apuntan expertos de la Universidad Estatal de Michigan.
A continuación te dejamos 8 beneficios de comer calabaza, según los especialistas.
Entre su cúmulo de nutrientes se encuentra la vitamina A, C, B2 y E, además de hierro, potasio, fibra, cobre y manganeso.
De acuerdo con Harvard T.H. Chan School of Public Health, los antioxidantes alfa caroteno y betacaroteno neutralizan los radicales libres evitando que se dañen las células del cuerpo y sean atacadas por enfermedades como la hipertensión, el cáncer, la inflamación y enfermedades respiratorias comunes en esta temporada.
La calabaza está cargada de vitaminas que estimulan el sistema inmunológico y ayudan a combatir infecciones, previene la artritis y hacen que las heridas se curen más rápido.
Al ser rica en potasio, la calabaza ayuda a contrarrestar los efectos del sodio sobre la presión arterial, sugiere un estudio citado por Harvard donde a un grupo de ratones se le suministró polisacáridos para disminuir el colesterol.
Por su contenido de vitamina A, la calabaza de invierno está relacionada con una buena salud de los ojos, indica un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Junto a la luteína y zeaxantina, la vitamina A reduce el riesgo de pérdida de visión, el aparecimiento de cataratas, degeneración macular y la hace más fuerte a medida que el cuerpo envejece.
La densidad de nutrientes y las bajas calorías promueven la pérdida de peso, mantienen la sensación de satisfacción por más tiempo y aporta una generosa cantidad de fibra por día que ayudan a frenar el apetito.
Los nutrientes contenidos en las calabazas como el betacaroteno actúa como bloqueador solar natural que protege la piel de los rayos dañinos UV.
La vitamina C ayuda a producir colágeno que mantiene la piel fuerte y saludable.
Su versatilidad permite que la calabaza esté presente en la dieta diaria ya sea a través de platillos fuertes, natillas, sopas, pasteles o cualquier otro tipo de postre.
Harvard sugiere comerla hervida, asada u horneada, con dulce o especias saladas.
Para las celebraciones de Día de Acción de Gracias, Día de Muertos o Halloween se puede sacarle provecho al puré, como relleno o servida con pasta.
Las semillas también son una fuente importante de beneficios ya que mejora la salud de la vejiga y el corazón, por lo que considera utilizarlas cuando vayas a cortar una calabaza.