El Día de Acción de Gracias es una de las celebraciones más especiales de Estados Unidos, pero a su alrededor también hay inquietudes relacionadas a la alimentación.
Por ejemplo, los pavos consumidos por el mercado estadounidense son ahora mucho más grandes que hace cinco décadas, cuando las aves tenían un tamaño acorde a su desarrollo natural.
En los años 60 un pavo pesaba 7.8 kilogramos en promedio, cuando eran criados de forma tradicional: en granjas rurales y sin la intervención de estimulantes que aceleraran su crecimiento.
Hoy en día, el pavo promedio en Estados Unidos pesa 13.8 kilogramos casi el doble que el de los años 60.
Polémica modificación
Aunque el número de pavos criados y sacrificados en Estados Unidos ha declinado anualmente, la producción de carne se mantiene en los mismos niveles de siempre.
Esto se debe a que aunque exista un número reducido de aves, la carne que producen es mayor gracias al alimento que han desarrollado científicos, para, precisamente crear pavos más grandes.
Los científicos niegan que se trate de una modificación genética, sin embargo existe un debate sobre esta práctica pues los pavos con más carne difícilmente caminan con normalidad y tampoco pueden copular por su sobre peso.
Pavos artificiales
Eso ha derivado en que la mayoría de los 235 millones de pavos criados en Estados Unidos durante 2014, han nacido gracias a la inseminación artificial.
Sin duda el Día de Acción de Gracias es una tradición que pese a su encanto, también tiene detalles menos conocidos.
Con información de Quartz.
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