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No es lo que normalmente escuchamos, pero ahora resulta que un padre estilo Homero Simpson, con una dona de grasa en el abdomen, podría ser más saludable que un macho “Alfa” que pasa horas en el gimnasio.
De acuerdo con un estudio de Richard Bribiescas profesor de la Universidad de Yale, los padres de más de 50 años acostumbrados a mirar deportes en televisión desde su cómodo sillón en lugar de ejercitarse viven más tiempo.
Aunque no encaja con el estereotipo del típico macho, engordar luego de la paternidad debido a la disminución de los niveles de testosterona prolonga la vida y fortalece los sistemas inmunológicos, según Bribiescas, profesor de Antropología de Yale.
De acuerdo con Bribiescas, el estereotipo de macho que nos vende Hollywood no es bueno, de hecho, enferma, pues presenta una percepción de indestructibilidad que tiene efectos negativos en la salud masculina.
Basa sus conclusiones en un estudio realizado en Baltimore en 2008, en el que se encontró que los hombres que quemaban más calorías en reposo eran aproximadamente el 50 por ciento más propensos a morir que aquellos con un metabolismo más lento.
El académico opina que los hombres que tienen un poco de sobrepeso son menos vulnerables a cáncer de próstata y ataques al corazón pues tienen niveles bajos de testosterona.
“Un efecto de la baja de testosterona es la pérdida de masa muscular y el incremento de la grasa corporal”, dijo el autor del libro How Men Age: What Evolution Reveals About Male Health and Mortality.
“Este cambio en la composición corporal no solo hace que los hombres busquen pantalones más cómodos, sino que también facilita una mayor supervivencia e, hipotéticamente, un medio hormonal que promovería y apoyaría más eficazmente la inversión paterna”, aseguró Bribiescas.