En la cultura mexicana, bañarse es un hábito diario que no puede pasarse por alto, ya sea en la mañana después de despertar o en la noche antes de ir a dormir.
Tomar un baño o una ducha, para los mexicanos es algo esencial, lo mismo que para los europeos o asiáticos es algo que debe ocurrir, pero no a diario.
La frecuencia de los baños depende del estilo de vida y costumbre de cada persona e incluso sociedad.
Cerca de dos tercios de los estadounidenses se bañan todos los días, mientras que el 80 por ciento de los australianos lo hacen. Por su parte, en China, la mitad de su población dice bañarse sólo dos veces por semana.
En una investigación compartida por The Global Index se mostró que gran parte de los países europeos no se bañan a diario como Alemania, Irlanda, Reino Unido o Suiza.
Los especialistas de Harvard señalan que está bien que las personas se bañen varias veces por semana, así como los baños diarios.
Sin embargo, no es una necesidad que deba cubrirse todos los días o más de una vez al día, y no hay reglas establecidas sobre sí bañarse diario o dos veces por semana.
También consideran que los baños diarios son ideales para aquellos que se ensucian con facilidad, que suden mucho o que tengan otras razones personales o sociales para hacerlo.
Está bien si los baños o duchas duran en promedio cuatro minutos ya que en ese tiempo se le debe dar prioridad a partes del cuerpo como las axilas, la ingle, el cuello e incluso la cara.
De acuerdo conla Universidad Harvard, los baños diarios no son garantía de buena salud, al contrario, para algunos especialistas puede ser una práctica perjudicial para el cuerpo en general y para la piel.
Una piel sana se mantiene con una capa de grasa y un equilibrio de bacterias buenas, lavarla con frecuencia puede eliminar estos microorganismos benéficos lo que a su vez desencadena una serie de problemas como:
- Piel seca, irritada o con picazón.
- Una piel seca y agrietada permite que las bacterias malas y los alérgenos rompan la barrera de protección que ofrece la piel, lo que produce infecciones de piel y reacciones alérgicas.
- Alteración del equilibrio de los microorganismos en la piel con el uso de jabones antibacterianos. Sin las bacterias buenas en la piel, aumenta el riesgo de organismos resistentes y menos amigables con la piel que son más resistentes a los antibióticos.
- Los baños frecuentes pueden debilitar el sistema inmunológico ya que con el jabón y el agua se van los microorganismos normales, la suciedad y otras exposiciones ambientales que ayudan a crear anticuerpos protectores y memoria inmunológica.
Asimismo, la piel y la salud en general se ve afectada con baños diarios debido a que el agua normalmente contiene sales, metales pesados, cloro, pesticidas y otras sustancias químicas dañinas.
Del otro lado de la moneda, bañarse de vez en cuenta puede exponer al cuerpo a varias enfermedades o problemas de piel.
Las personas que se bañan a diario lo hacen por varias razones, incluido por salud más allá de ser un hábito o costumbre.
También lo hacen porque suelen tener preocupaciones sobre el olor corporal, porque les ayuda a despertar o a despejarse y porque hacen ejercicio con frecuencia por las mañanas o actividades que los hacen sudar.