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En una cultura en donde crece la presión la presión laboral es común terminar el día de trabajo con una ronda de tragos.
Históricamente los hombres beben como símbolo de su libertad de desentenderse de obligaciones en el hogar o el empleo, mientras que beber alcohol se ha considerado menos apropiado para las mujeres por sus tareas domésticas, según investigadores de la Universidad de Dakota, pero a medida que las mujeres han entrado en la fuerza laboral, los hábitos sociales se parecen cada vez más a los de sus compañeros masculinos.
Pero un estudio de American Journal of Public Health revea que el índice de consumo de alcohol en exceso entre las mujeres se ha incrementado 7 veces más que el de los hombres, otro estudio del 2013 indica que 15% de las mujeres beben de modo que se considera excesivo, eso representa más del doble del índice de 1993.
De acuerdo con una encuesta nacional sobre uso de drogas y alcohol, en 2013 se estimó que el 50% de las mujeres mayores de 26 años se consideraron consumidoras de alcohol.
De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades 74% de las mujeres con maestría o grados más altos beben alcohol, comparados con solo el 34% de aquellas sin estudios superiores.
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